
La apuesta turca de BBVA tropieza con un nuevo escollo. El Gobierno de Ankara se propone limitar el tipo de interés de las hipotecas por debajo del 10%, tijeretazo que amenaza hasta un tercio de los ingresos recaudados con dichas tasas por la banca. En el Garanti, primera entidad del país y controlada en un 39,9% por el grupo español, la oferta para financiación de vivienda a tipo fijo se sitúa entre el 16,59 y el 15,58%, en función de que el plazo de amortización oscile de 6 a 20 años, en línea con los precios del mercado.
A falta de una regla escrita y de que se despeje si aplicará sólo a la nueva concesión como parece o podría tener algún tipo de efecto retroactivo, el impacto inmediato sería limitado, porque la cartera viva hipotecaria del Garanti es apenas un 9% de sus 57.975 millones de euros financiados a clientes -es decir, roza los 5.800 millones en un portfolio crediticio total en el grupo BBVA superior a los 433.268 millones-.
Pero añade dudas sobre la evolución futura de este negocio si el corsé regulatorio disuelve la rentabilidad de esas operaciones y sobre la declarada apetencia de BBVA de reforzarse en aquel mercado con la adquisición de otras entidades.
Dudas sobre la concesión
El golpe de mano del Ejecutivo es la enésima reacción de Recep Tayyip Erdogan tras el fallido alzamiento militar del pasado día 15. La purga, en las filas políticas, del Ejércitos e institucionales, que siguió al sofocado levantamiento sufre ahora cierta derivada con intrusión en las empresas.
El pasado día 4 de agosto, Erdogan puso en su foco la banca en un discurso ante miembros del Consejo de Exportadores turcos, recogido por Efe del diario Hürriyet: "En el tema de los tipos de interés tengo un desacuerdo con los bancos. Ganar mediante la demanda no es posible con altos intereses. Perdonen, pero vamos a apretarle las tuercas al sector financiero", dijo.
Y el tope lo puso ayer el viceprimer ministro Nurettin Canikli en el mismo diario oficialista: "Vamos a cortar las tasas por debajo del 10%, sin crear presión para el sector". Su temor a apurar a la banca no es otro que causar un cerrojazo del préstamo, cuando el sector constructor es claro motor de una economía ahora rodeada de incertidumbres por la deriva política.
No es la primera vez que Erdogan apunta a la banca. Su obsesión de los últimos tiempos es que el Banco Central del país baje el precio del dinero para estimular la inversión, en contra de la opinión de los expertos, que ven altos riesgos de dañar la economía cebando la inflación. Tras el golpe de Estado, el banco emisor bajó 25 puntos básicos el tipo de interés oficial del dinero, hasta el 8,75%.
Pero la lira turca ha perdido alrededor del 4% desde entonces encareciendo el coste de las importaciones. Y abaratar la financiación perseguiría dinamizar la inversión, según el discurso de Erdogan donde amenazó a los bancos que anulen operaciones por motivos poco justificados. "Los bancos de este país que cancelen créditos bajo pretextos falsos dejan claro en qué bando están. Y no es el bando de nuestro país, de nuestra nación (...) No dudaremos en pedirles cuentas, dentro del marco de las reglas", advirtió, según recoge Efe.
En BBVA recordaron ayer la firme apuesta por el país sin entrar a valorar impacto alguno de unos planes gubernamentales cuyo alcance todavía se desconoce. "El compromiso con Turquía es a largo plazo", defendía a finales de julio el consejero delegado del grupo, Carlos Torres, quien calificó a Garanti como el "mejor banco" del mercado y mostró su confianza en que la situación política "se normalice".
Compromiso con Garanti
En un viaje a Estambul la primavera pasada, Torres puso a Garanti de ejemplo del plan de transformación perseguido por el grupo, ya que allí aloja la mitad de sus 3,1 millones de clientes digitales y desveló la búsqueda intensa de otros bancos para crecer rápido con compras.
El escenario que atraviesa hoy el país es distinto con el giro intervencionista de Erdogan. Las tensiones políticas hicieron colapsar un 16% la cotización de Garanti y, aunque ha recuperado buena parte, aún se deja el 6% del valor desde la sublevación militar. Una situación que pasa factura a BBVA, con pérdidas latentes en la inversión superiores a los 200 millones en apenas un año y que no reflejan la gestión de la filial.
Garanti es el tercer mercado en contribución a las cuentas, con 328 de los 1.832 millones cosechados en beneficio por el grupo hasta junio y solo superado por México -968 millones- y España -410 millones.
Sin embargo y a pesar de las altas expectativas depositadas en un mercado con fuerte potencial de crecimiento y penetración bancaria, el saldo se torna negativo aún. BBVA lleva empleados unos 6.200 millones desde que entró en la entidad en 2011, vía inversiones o depreciación de la inversión.
1.321 millones de euros
El margen neto generado por el negocio turco del banco BBVA alcanzó los 1.321 millones en el primer semestre de 2016, un 13,7% más que un año antes a tipo de cambio corriente.
5,26%
Es el margen de clientes por el negocio típico de prestar dinero y retribuir el ahorro. Esta rentabilidad impulsa un 7,5% un margen financiero que en España cae por los tipos negativos.
324 millones de euros
El beneficio atribuido de la filial de Turquía ha subido un 15,8% en el primer semestre del año, hasta los 324 millones de euros. A cambio constante de las divisas mejora el 31,8%.
12,9%
El negocio crediticio de la filial turca aumenta a ritmos del 12,9% interanual en el primer semestre. Un desempeño que contrasta con la caída que sufre el negocio en España.