
"Se ha hecho un trabajo formidable. El Monte dei Paschi di Siena continuará su historia secular". El aliviado diagnóstico lo formulaba su presidente Massimo Tononi al Corriere della Sera, escasas horas después de que el banco más antiguo del mundo -fundado en 1472- haya salvado el marasmo. Las acciones de la entidad han sido suspendidas de cotización tras caer más del 5%.
Con la venta de 27.000 millones de euros en créditos fallidos y una ampliación de capital de 5.000 millones en tiempo finish cobra "energía -defiende- para continuar su viaje", al tiempo que libra de profundas quitas a los bonistas, como perseguía el Gobierno de Matteo Renzi para evitar un incendio en la calle.
En una suerte de rol de ejecutor del salvamento, Tononi tomó el testigo hace diez meses a Alessandro Profumo, fichado en 2012 en Unicredit para liderar el banco y que el año pasado arrojó la toalla tras encarar una difícil ampliación de capital de 3.000 millones (la segunda desde 2009 para reparar la corrosiva mora y una pesadísima integración del Antonveneta en 2007).
El núcleo conformado por la Fundación MPS -Monte dei Pashi-, Fintech Advisory e BTG Pactual promueve a Tononi. Nacido en 1964, el perfil de este banquero y también político suena idóneo para lidiar con el BCE, que urge buscar una fusión, y diseñar la solución llamada a evitar la extinción de la entidad. Hijo del político Giorgio Tononi, su carrera está jalonada entre responsabilidades públicas y en la esfera privada con ocupaciones intermitentes en Goldman Sachs, el banco de inversión que tuvo como vicepresidente en Europa al mismo Mario Draghi y donde aprende todo de fusiones y adquisiciones.
Graduado en Economía en 1988, enrola de inmediato por dicha entidad americana en Londres y sólo regresa a Italia porque le ofrecen ser el asistente personal de Romano Prodi, otro exGoldman Sachs que llegó a dirigir la República y presidir la Comisión Europea. En ese momento, Prodi se encuentra al frente del Istituto per la Ricostruzione Industriale, un ente público especializado en salvar de la bancarrota a las entidades financiera, similar al fondo español de resolución (Frob), lo que hoy da otro plus al papel asignado a Tononi.
El CV de Tononi
En su trayectoria de idas y venidas, indicativa de que resulta cotizado, la salida de Prodi de dicho organismo le devuelve a Goldman Sachs, donde ascenderá a socio director. Pero doce años después, le seduce de nuevo el sector público y ¿Prodi?: ingresa en el gabinete del exprimer ministro y llega a ejercer de subsecretario del Tesoro.
La inesperada caída del político le retorna ¡por tercera vez! al banco de inversión, hasta que en 2010 estrenará nuevos destinos, como la presidencia del especialista en telecomunicaciones Prysmian y de la Bolsa de Italia, desde 2011 hasta su paso al longevo banco el pasado otoño. El mandato del BCE es encontrar una integración salvadora.
La crisis griega, la sacudida china o el mismo test de estrés torpedean un pronto maridaje pero la solución hoy arbitrada da tiempo para elevarle el atractivo. Al poco de fichar se especuló con que accedía al cargo con, al menos, dos candidatos bajo el brazo para la fusión, ninguno italiano. Se volcó en restablecer la confianza de una cartera con 5 millones de clientes y se le atribuye la renuncia al primer sueldo en favor de un fondo de apoyo a los empleados, poderoso gesto que fomenta la involucración.