El Banco de España considera que las dificultades a las que se enfrenta el sector bancario español hacen pensar que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) "acelerará su actividad en los próximos meses". El Banco de España se justifica: las exigencias son para superar el peor escenario.
De hecho, estima que "el uso más intensivo del FROB en los próximos meses será imprescindible para lograr compatibilizar la inevitable reestructuración del sistema financiero y la financiación de la economía productiva una vez superada la recesión".
En su último Informe de Estabilidad Financiera, correspondiente al mes de noviembre, el organismo explica que la creciente morosidad, la persistencia de las incertidumbres sobre la rentabilidad del negocio básico de muchas entidades y la presión sobre las cuentas de resultados acelerarán el uso del FROB.
A su parecer, el FROB debe entenderse con un instrumento que puede facilitar la racionalización de la gestión y la adecuacion de la capacidad instalada de las entidades financieras al nuevo entorno en el que se moverá el sistema financiero español.
'Trabajo' para las entidades
Las entidades, insiste, han de afrontar procesos que les permitan racionalizar sus costes operativos y mejorar su gestión, adecuando su estructura y capacidad a una situación coherente con un menor crecimiento de la actividad bancaria y de la economía en general.
La morosidad seguirá al alza en el actual clima económico, pronostica el Banco de España, y el mero control de los gastos de explotación no será suficiente para contrarrestar la presión a la baja en los resultados, afectados por las mayores dotaciones contra insolvencias, argumenta el Banco de España.
"Las diferentes respuestas en cuanto a la gestión de los riesgos por parte de las entidades, así como las diferencias de su rentabilidad, provisiones y solvencia, implican que el impacto de esta situación más adversa no será homogéneo entre entidades", explica el órgano gobernado por Miguel Ángel Fernández Ordóñez.