
"Cierran el grifo del crédito". Esa fue la frase que recorrió todos los sectores de nuestra economía durante 2008. En ese año, los partidos políticos se encontraban en plena campaña electoral y, por tanto, necesitados de financiación. A la vista de los informes de gobierno corporativo publicados por las cajas de ahorros, los partidos políticos no tuvieron ningún tipo de problema aunque faltaban pocos meses para que la actual crisis llamase a la puerta.
Sólo los tres grandes -PP, PSOE e IU- lograron disparar sus créditos en un 44%, hasta los 58,6 millones de euros. Si se contabilizan también los concedidos a los tres principales partidos nacionalistas -CIU, ERC y PNV- el crédito a políticos se habría disparado un 22%.
Los socialistas son, con diferencia, los que más créditos han solicitado y les han sido concedidos. En total han recibido préstamos de 33 de las 45 cajas de ahorros que existen en España por un valor de 29,4 millones de euros, un 31% más que en 2007, cuya cifra ascendió a 22,8 millones de euros.
Los populares, a pesar de haber solicitado un crédito tres veces menor al de los socialistas, de 7,4 millones de euros, son los que más han aumentado porcentualmente su endeudamiento, hasta el 77%. Por otro lado, la organización presidida por Cayo Lara aumentó su exposición al crédito en un 66 por ciento. IU pasó de obtener 13,5 millones de euros en 2007, a 21,8 millones de euros en 2008.
La Caixa, a la cabeza
La principal financiación de los partidos políticos por parte de las cajas de ahorros viene de la mano de La Caixa. La caja ocupa la cúspide de la pirámide, en cuanto a financiación, de los tres grandes partidos. El PSOE ha recibido 10,8 millones de euros de la entidad, IU un total de 8,4 millones y los populares alcanzan los 2,2 millones.
Los nacionalistas
También han aumentado sensiblemente su exposición a los créditos dos de los principales partidos nacionalistas, PNV y ERC. El partido de Joan Puigcercós reclamó a las cajas un total de 1,14 millones de euros lo que supone un 10,6% más que en 2007. El PNV, por su parte, aumentó en un 5,5% su exposición a los créditos. CiU es el único partido, en cambio, que ha reducido sus deudas bancarias en un 21 por ciento.
En definitiva, el grifo del crédito se cerró para muchas empresas, pero no tanto para los políticos.