Los Consejos de Administración de las empresas llevan varios años reuniéndose y tomando decisiones en un entorno VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo). Sus directivos plantean decisiones en varios escenarios de evolución a corto plazo, con la certeza de que tendrán que reevaluar esas decisiones en pocos meses. Esta situación se ha agudizado tras el cambio en la presidencia en EEUU. Los cambios geopolíticos casi semanales, sumados a un contexto económico de base ya de por sí frágil y a los nuevos conflictos bélicos, refuerzan la percepción de estar continuamente navegando en medio de una tormenta. En este contexto, la capacidad de adaptarse, la resiliencia, la flexibilidad y la capacidad de innovar de forma acelerada de las organizaciones se convierten en claves más valiosas que nunca para su supervivencia.