César Chiva
La incertidumbre se cierne en Cataluña tras el referéndum ilegal realizado el pasado 1 de octubre. El Gobierno está pensando en la aplicación del ya famoso artículo 155; Puigdemont no es claro con sus intenciones y las empresas catalanas se fugan a marchas forzadas hacia otras provincias. La inseguridad y la duda, germinadas durante meses, han florecido a la luz del procés y auguran un futuro poco alentador para la sociedad catalana y para el pilar fundamental de su economía: el turismo.