Los carteles de descuento que cuelgan constantemente en las fachadas de las grandes cadenas comerciales y que aparecen en la pantalla de nuestro ordenador ofreciéndonos todo tipo de artículos a precio reducido están teniendo nefastas consecuencias en el comercio tradicional, que ve como caen sus ventas progresivamente al no poder competir en tan agresivo escenario.
Antes había dos periodos de rebajas bien definidos, el primero en enero tras la Navidad y el segundo en verano, unas campañas que servían para dar salida al stock de cada campaña a través de descuento y que suponían un importante impulso para las ventas.
En 2013 el gobierno central llevó a cabo una desregularización del comercio que permite que cada establecimiento pueda ofrecer descuentos y rebajas en cualquier momento del año. Las grandes cadenas comerciales aprovecharon la situación e iniciaron una guerra por las rebajas que está devastando al comercio tradicional, que se ve incapaz de competir.
Según comenta a elEconomista Andalucía el secretario general de la Confederación Empresarial de Comercio de Andalucía (CECA) Fernando Pérez, a pesar de esta situación el sector encaraba la campaña de las primeras rebajas de 2018 con previsiones positivas. La patronal preveía un crecimiento en las ventas del 3%, pero finalmente el resultado está siendo incluso peor que el año pasado.
"Desgraciadamente no hemos cumplido las expectativas, la situación del comercio es bastante complicada, están siendo unas ventas muy discretas; pensábamos que íbamos a superar las cifras del año pasado, pero vaticinamos que va a ser incluso peor que la campaña anterior", ha lamentado.
El portavoz de la patronal de comercio de Andalucía, critica que se está se está perdiendo la finalidad principal de las rebajas que era vender el stock sobrante de cada temporada. "Esto ya no tiene ningún sentido, hemos acostumbrado al consumidor a estar en un constante periodo de descuentos y cuando llegan las rebajas ya queda poco que hacer", señala.
A empeorar esta situación contribuyen campañas como la del Black Friday a la que cada año se apuntan más comercios andaluces, mostrando sus descuentos desde principios de noviembre.
"Aunque los comercios tradicionales se siguen apuntando a este carro de las rebajas, éstas cada vez son más efímeras y menos atractivas. Estamos viendo como cada vez pasan más desapercibidas para el comerciante y el consumidor", destaca Pérez.
Desde CECA apuntan que Andalucía se encuentra en una situación de "alerta" por el cierre del comercio tradicional y advierten de que si la situación no cambia habrá consecuencias "gravísimas".
Los comerciantes de todos los sectores, tanto el comercio tradicional como las grandes cadenas, se han unido para lanzar un SOS unánime y pedir de nuevo al Gobierno central que vuelva a regularizar las rebajas en dos campañas.
Peligro para la continuidad del comercio tradicional
"Esta medida nos ha dañado de una forma muy fuerte, está en peligro la continuidad del comercio, de los puestos de trabajo", asevera el representante de los comerciantes, explicando que la situación también afecta a las grandes cadenas.
Unas reivindicaciones que se vienen repitiendo desde que entró en vigor esta desregularización y que según Pérez, solo han obtenido "el silencio por respuesta".
"Pensamos que no son conscientes de lo que representa nuestro sector para la economía, no entendemos como no nos escuchan en una demanda unánime", lamenta.
Los empresarios no desisten en su lucha y a pesar de los malos resultados obtenidos en la primera parte de las rebajas van a continuar ofreciendo descuentos hasta el próximo 7 de marzo que termina la temporada.
"El comerciante ya no puede hacer más esfuerzos, pese a todo vamos a seguir aquí, vamos a iniciar la segunda parte de las rebajas con descuentos incluso más agresivos, pero desgraciadamente, ya que ha pasado la primera parte que era la más importante, nos tenemos que la segunda no va a compensar los malos resultados", señala el representante del sector.