El presidente de la diputación de Málaga, Elías Bendodo, uno de los hombres de confianza del expresidente regional del PP andaluz, Javier Arenas, se sube a la ola de José María Aznar al anunciar que subvencionará el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) en 2014 a cien mil hogares de la provincia, lo que en la práctica supondrá una bajada de entre el 10 y el 50 por ciento del importe del recibo.
El dirigente popular ocupa el cargo de presidente de la Diputación desde hace dos años. En 2008 sustituyó en la dirección provincial del PP a Joaquín Ramírez -actualmente senador- con el beneplácito de la cúpula popular malagueña: Celia Villalobos, Pedro Fernández Montes, Ángeles Muñoz y Esperanza Oña, entre otros, y el respaldo de la militancia malagueña, la más numerosa de Andalucía.
La medida beneficiará en torno a medio millón de malagueños de todos los municipios en los que la Diputación tiene encomendada la labor de cobrar los impuestos locales. Y se pone en marcha gracias a la austeridad y a la buena labor económica desarrollada por el organismo supramunicipal. Bendodo considera que ha llegado el momento de aliviar la presión fiscal a los ciudadanos.
Con esta rebaja de la presión fiscal se pretende ayudar a las familias, estimular el consumo y aliviar la subida del IBI que ha provocado la revisión del Catastro. Se trata de una bajada de impuestos por tramos que el equipo de gobierno de la institución ya llevaba varios meses estudiando.
El presidente de la Diputación ha pedido además al resto de administraciones que hayan cumplido con sus obligaciones a que rebajen la carga fiscal "en cuanto las condiciones económicas lo permitan". También ha reivindicado el papel de las diputaciones al señalar que en estos momentos resultan más necesarias que nunca y jugarán un papel clave en la reforma de la administración.
Para el presidente de los populares malagueños, actualmente la labor de la Diputación es incuestionable. Veremos qué dice Mariano Rajoy.