
Abengoa ha logrado posicionarse en el mercado termosolar de Israel, en el que estaba ausente y que es el lugar de nacimiento de esta tecnología renovable en la década de los ochenta.
El grupo ha aprovechado la salida de Siemens del negocio termosolar, lo que dejaba libre un hueco en la alianza empresarial que iba a desarrollar una planta de 110 Mw en Ashalim (desierto de Neguev).
Esa alianza incluía al gigante alemán y al grupo constructor y de servicios local Shikun & Binui, pero Siemens decidió en 2012, cuando ya les habían adjudicado la construcción y operación de la planta, salir de este sector en el que operaba precisamente a través de la firma israelí Solel, filial de Siemens.
Justo la pasada semana, Siemens decidió cerrar Solel tras no encontrar un comprador para la compañía, que adquirió en 2008. Ahí es donde Abengoa ha encontrado un hueco para subirse al carro de la termosolar en Israel.
El proyecto exigirá una inversión de entre 500 y 600 millones de euros y Abengoa y su socio deben de buscar ahora la financiación. Precisamente otro socio de Abengoa en EEUU, Brightsource, construye otra planta de 121 Mw también en Ashalim (Israel) en alianza con Alstom. Pero, a diferencia de la de Abengoa, que utilizará tecnología cilindro-parabólica y tendrá una capacidad de almacenamiento térmico equivalente a 4,5 horas de generación, la de Brightsource y Alstom usará la tecnología de torre.