
El consejero delegado del líder español de la distribución minorista por número de establecimientos -tres mil a cierre de 2012- ha crecido un 5 por ciento el pasado año y prevé hacerlo hasta un 7 en el ejercicio actual.
P. El crecimiento en 2012, ¿se produce porque se vende más en las tiendas ya existentes o por incorporación de nuevos supermercados?
R. A superficie constante hemos crecido un 2 por ciento en 2012. Si tenemos en cuenta el crecimiento global, parte viene por nuevas incorporaciones. De aquí procede el otro tres por ciento del crecimiento. Bien es cierto que en el punto de venta, nuestros socios están sufriendo el cambio de hábitos de consumo del consumidor de forma directa: tienen mayor peso los productos de marca propia, y la cesta de la compra aunque en volumen se ajusta, sobre todo se ajusta en precio. Porque cada vez hay más productos de la marca del distribuidor, y menos de marca del fabricante. En unidades de producto comercializadas, sí que se nota que el crecimiento es mayor que el alza en facturación, ya que llega al 9 por ciento. También desde Covirán estamos potenciando la relación del socio con la empresa, y esto se traduce en mayor presencia de la marca blanca.
P. Para 2013, ¿qué comportamiento esperáis? ¿Qué estáis detectando en estos dos primeros meses del año?
R. A superficie constante esperamos un ligero crecimiento de un 1 o un 2 por ciento. Depende de la evolución a lo largo del año, y de que se reactive un poco la confianza del consumidor. Si se logra, llegaríamos a ese 2, si no, pues estaríamos entre el 0 y el 1. El objetivo fundamental es crecer en nuevos mercados, de ahí la puesta en marcha de nuevas plataformas en Galicia, Castilla y León y Lisboa en el primer semestre. Y para final de año o principios de 2014, la nueva de Madrid y en Canarias. Las tres del primer semestre nos permitirán crecer y consolidar lo logrado en años pasados.
P. Crecer cuando el conjunto del sector decrece supone ganar cuota. ¿Dónde estás en cuota de mercado en España?
R. Nuestra cuota de mercado, por el posicionamiento de nuestras tiendas y las ventas de nuestros socios, está en torno al 3,6 por ciento. Nuestro objetivo es crecer hasta el 5 por ciento en los próximos años. Tendremos que cumplir los objetivos de crecimiento de nuestro plan estratégico hasta 2015 para llegar a ese 5.
Internacionalización
P. Con respecto a Portugal, creo que habéis duplicado el negocio en este país en 2012...
R. Estamos registrando efectivamente unos crecimientos muy importantes porque empezamos hace ahora dos años en este mercado, y en esta fase inicial sí que puedes duplicar el negocio. Nuestro objetivo es crecer un 50 por ciento este año y lograr 25 millones de volumen de negocio. Con la tercera plataforma de Lisboa sí que proyectamos ya para 2014 estar en más de 30 millones. Este año, en el segundo semestre, empezaremos además a tener beneficio neto procedente de Portugal para comenzar a amortizar la inversión.
P. En Marruecos, vuestro siguiente objetivo declarado, ¿cómo estáis? ¿Otros países?
R. Nuestro proyecto inicial es consolidar el modelo en Portugal, y a final de año lo estará. Queremos trasladar entonces esta curva de aprendizaje a otros mercados, pero fundamentalmente a partir de 2016. En Marruecos, por la proximidad geográfica, haremos prueba piloto con algún socio a final de este año o inicios de 2014 y a partir de ahí decidiremos dónde ubicar nuestra primera plataforma. Y tiene que ser con empresarios locales y productores locales.
P. Sobre la negociación del convenio único para los empleados de la cooperativa, ¿qué me comentas ante las críticas sindicales?
R. Es para los empleados directos de la cooperativa, que son 1.075. El objetivo de este convenio se basa en ser más competitivos y productivos, ganando eficiencia. Y ello bajo un marco de unas condiciones pactadas con los sindicatos. El acuerdo está prácticamente ultimado y el esfuerzo que hacen los trabajadores será importante. La empresa va a compensarlo con planes de mejora continua, de manera que si se obtienen los resultados previstos parte de los beneficios los redistribuye la cooperativa entre los trabajadores. Ahora mismo hay convenios provinciales de comercio, y hay más de veinte que nos afectan. Y, aparte de que son convenios bastante agresivos, pues como empresa no podemos competir en igualdad de condiciones si no tenemos como grupo un convenio competitivo que nos permita ganar productividad.
P. ¿Hay alguna cifra de ahorro en gasto de personal que os planteéis? UGT ha llegado a hablar de bajas de sueldo de hasta el 20 por ciento?
R. Nuestro convenio no va a ser como el de las grandes superficies, va a favorecer más a los trabajadores. Vamos a establecer líneas determinadas para facilitar el acceso al préstamo para trabajadores que lo necesiten, vamos a extender determinados servicios que se dan a los socios también a los trabajadores. Nuestro objetivo en términos de cifra no puede traducirse en un ahorro directo, lo que sí queremos es lograr competitividad y, en caso de lograr los objetivos, retornar parte de ese ahorro a los empleados. Si incrementamos la productividad, incrementaremos beneficio. Y esa parte en la que aumenta el beneficio la podremos destinar también a retornarla a través de los planes de mejora continua. En época de bonanza el trabajador no lo notará, y en épocas más ajustadas, lo puede notar un poco porque el plan de mejora continua no le compensará en su totalidad.
Leyes y fusiones
P. Te he escuchado cierto escepticismo respecto a la ley de cadena alimentaria aprobada por el Gobierno central. ¿Por qué?
R. Si por un lado queremos liberalizar y dar libertad para abrir a cualquier hora, pero por otro lado pretendemos regular otras acciones de la cadena alimentaria, se está cayendo en un contrasentido. No creo que vaya a producir ahorros en la marca del fabricante de hasta el 20 por ciento, como vaticinan algunos. Ojalá me equivoque y se llegue a ese ahorro porque sería magnífico, en especial para el consumidor. Pero soy escéptico porque la ley, simplemente, regula unas determinadas sanciones y prohibiciones cuando se esté en una situación dominante. Y realmente esa posición dominante la ejercen pocos distribuidores, y quizá quien la ejerza más sean algunos fabricantes sobre productores en origen. Se va a ver en los próximos meses si esta ley tiene efectos o no. Desde mi punto de vista no va a tener impacto en el precio y no va a haber tampoco un impacto positivo en la relación entre distribuidores y fabricantes. Lo único que puede hacer es tensionar más la situación actual. Entre otras cosas, porque la distribución dentro de la cadena alimentaria es muy eficiente. Y si lo que se pretende en penalizar a un sector muy eficiente lo que estamos poniendo es trabas al desarrollo y propiciar que desaparezcan empresas más pequeñas; y lo que se estará es potenciando la guerra de precios en la que estamos inmersos. Y, al final, nos acabaremos cargando un modelo de negocio que funciona como es el de la distribución en España. Ese es un riesgo del que se ha alertado por parte de la Comisión Nacional de la Competencia, que ha advertido contra los efectos sobre la libre competencia y el libre mercado de esta ley.
P. Justo la CNC ha puesto trabas a otra operación, la de Hojiblanca y Deoleo por el efecto que tendría sobre la libertad del distribuidor para elegir qué aceite y a qué precio venderlo. ¿Qué opinas de la operación y de las advertencias de la CNC?
R. Todos los procesos de concentración deben ser positivos para el mercado, siempre y cuando no se tenga una posición dominante que afecte a ese mercado. Para eso está la CNC. Desde mi punto de vista como cooperativa, creo que es buena la integración de cooperativas y nosotros lo hemos experimentado. En el caso del que hablamos, desconozco si sobrepasa los límites de competitividad que la CNC señala, y deberán ser ellos quienes digan si atenta contra la libre competencia.
P. Parece que es difícil crear grandes empresas españolas agroalimentarias, mientras que otros grandes grupos extranjeros tienen fácil crecer en España. ¿Crees que en esos términos debe de plantearse también este debate?
R. Hay que ser conscientes de que estamos en el mercado europeo, y todo debe de ir encaminado a lograr esa unidad de mercado. Yo creo que esta operación es positiva dentro de unos límites y márgenes, siempre que no atente a la competencia. Siempre hemos apoyado desde Covirán la unión de empresas y en nuestra experiencia nunca hemos tenido ningún problema. Lo que sí es cierto es que en determinados casos damos determinadas facilidades mediante convenios específicos para la entrada de capital extranjero en un mercado como el nuestro en el que también se podría potenciar el desarrollo y las uniones de empresas españolas. En todo hay que guardar un equilibrio, y ahí es donde entra la CNC para garantizarlo.
P. Sobre la ley andaluza de cooperativas, ha generado relativo poco efecto. ¿Es por la crisis, es por otros factores, es porque da igual la ley que haya?
R. La ley está pendiente de un desarrollo reglamentario y entiendo que hasta que no se apruebe no se empezará a ver su desarrollo. Nosotros valoramos muy positivamente la ley, nosotros ya hemos adaptado nuestros estatutos a la ley. Nos aporta lo que habíamos demandado desde hace tiempo. Nos acerca, en las formas de gestión, a las sociedades anónimas. Da más libertad de actuación para ser más competitivos, permite ser más eficientes con las dotaciones para el fondo de reserva, por ejemplo. Y tiene muchos aspectos positivos. Nos ha faltado quizá transmitirlo de forma adecuada a la sociedad. No depende además el efecto que tenga de la crisis, porque además el modelo cooperativo, en tiempos de crisis, es un modelo que creo que debe de ser impulsado por las administraciones. Se demuestra que unidos se supera mejor la crisis que de forma individual.
P. Habéis anunciado inversiones de relativa magnitud, 15 millones este año. ¿Cómo está el balance para soportarlas y cómo las financiáis?
R. Cada año venimos invirtiendo entre 10 y 15 millones. La financiación ajena suele estar en torno al 30 ó 35 por ciento. El resto se aborda con recursos propios. Ya nos gustaría invertir cuatro o cinco veces más, como hacen otras empresas con nuestro volumen de facturación. Pero nuestro modelo cooperativo hace que la mayor parte de nuestro beneficio se traslada al socio vía precios y vía servicios, y estamos limitados en las inversiones. Una tercera parte de la inversión va también destinada a los socios para la modernización de los establecimientos; otra parte va a la modernización de la cooperativa, y el tercio restante va a nuevos proyectos.