
Se anota minusvalías de 8 millones en el proyecto de planta de silicio de Huelva.
Isofotón continúa, y parece que lo seguirá haciendo durante muchos años aún, su larga travesía hasta despejar todos los nubarrones económicos heredados de la etapa de gestión de José Luis Manzano, el director general hasta 2009 y condenado a pagar 150 millones al Grupo Bergé, expropietario de la firma malagueña. Los nuevos administradores y accionistas mayoritarios desde ese año, los hermanos Ángel Luis y Diego Serrano -presidente y vicepresidente-, han logrado colocar a la empresa en beneficio en 2010 y 2011 y han anunciado que también estará en números negros en 2012.
Pero las últimas cuentas depositadas en el registro mercantil muestran los formidables retos que afronta el fabricante fotovoltaico, como el propio auditor -PwC- se encarga de recordar en su opinión. Aunque lo hace de manera sustancialmente más tamizada que en su evaluación de 2010, cuando expresaba dudas sobre su funcionamiento futuro.
En primer lugar, Isofotón acumula ya casi 400 millones en pérdidas, pendientes de compensar sobre futuros beneficios. La compañía ha explicado a elEconomista que tiene quince años para lograr compensarlas, según los plazos legales. Y que ese montante no afecta al balance y los resultados positivos obtenidos. No obstante, se antoja difícil que sin una operación corporativa de calado que suponga amplias plusvalías, o bien con un importante salto que permita crecer y multiplicar beneficios, pueda compensar una cantidad que cuadruplica las ventas totales de la compañía en 2011.
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