Muchas empresas están convencidas de que la innovación es una apuesta estratégica para el futuro de sus compañías, invirtiendo hoy en el mañana.
Los recientes datos publicados por el INE para el conjunto del estado español demuestran cómo, a pesar de la compleja situación económica y financiera, la inversión en I+D no sólo no disminuye, sino que aumenta ligeramente, pasando a suponer en 2010 el 1,3% del PIB nacional. Sin duda, esta situación pone de relieve como muchas empresas están convencidas de que la innovación es una apuesta estratégica para el futuro de sus compañías, invirtiendo hoy en el mañana, ideando ahora los productos o servicios que venderán a largo plazo.
En este contexto, el valor de la cooperación es esencial en el proceso innovador para mejorar la competitividad empresarial. Está demostrado que las iniciativas en cooperación tienen mayor probabilidad de éxito y la valorización de las actividades de I+D+i se multiplica de forma proporcional al número de empresas o agentes que intervienen. Los tiempos en los que investigadores e inventores generaban patentes o invenciones en solitario están dejando paso a una época en la que compartir y cooperar son las claves. Priman las redes internacionales de conocimiento, convirtiéndose éstas en valiosas fuente de información y espacios estratégicos de interrelación entre el mundo empresarial y científico.
Desde las Administraciones Públicas, conscientes de ello, se está fomentando la cultura de la cooperación. Ejemplo de ello es la distribución del gasto del VII Programa Marco, con más del 50% de los incentivos destinados a modelos de cooperación internacional, o la importancia que se le otorga a las iniciativas colaborativas en el Fondo Tecnológico con mayor designación de incentivos, entre otras iniciativas nacionales e internacionales.
Clúster, consorcios, redes son hoy palabras clave si se quiere avanzar en cualquier área de negocio y, para ello, organizaciones como Corporación Tecnológica de Andalucía vienen trabajando desde hace años en el impulso de estas alianzas, consciente de que el desarrollo socioeconómico y, por tanto, la salida de la crisis, pasa por modelos de innovación abierta para poder competir en el mercado global actual.