La partida de ajedrez que disputaban PP y PSOE el pasado 22 de marzo ha acabado en jaque mate. Los populares han arrollado a los socialistas por toda España. En Andalucía gobernarán en las ocho capitales andaluzas.
Una de las estrellas ha sido Juan Ignacio Zoido, uno de los mas fieles escuderos del presidente del PP andaluz, Javier Arenas, que ha barrido en Sevilla, donde el PP por primera vez gana los comicios con una mayoría holgada y no necesita pactos para formar gobierno. También han arrebatado las alcaldías de Córdoba y Jaén a la coalición PSOE-IU.
En Málaga, Francisco de la Torre ha conseguido 19 concejales e iguala el record de ediles que obtuvo Celia Villalobos en las elecciones de 1995. Lo sustantivo en esta victoria de De la Torre ha sido su trabajo en todos los distritos de la capital, incluidos los feudos tradicionales del PSOE. Las otras cuatro capitales andaluzas también se han teñido de azul.
De aquí hasta que se celebren las generales, en marzo del año que viene, correrán todavía ríos de tinta sobre la victoria del PP y el descalabro socialista, la necesidad de elecciones anticipadas, la marca de ETA, el triunfo de Alvarez Cascos en Asturias...
En estas elecciones ha habido luces y sombras. Algunos amigos empresarios me han contado de forma confidencial que se han sentido incómodos. Aseguran que han estado "vigilados" por las grandes formaciones políticas y por tanto no han podido expresarse libremente. Por ello, muchos han optado por salir poco de casa. Han llegado a acuerdos, incluso han aportado dinero para actos culturales, deportivos y sociales. Todo hecho con luz y taquígrafo y no por debajo de la mesa como en los casos "Troya", "Astapa" o "Málaya", donde algunos empresarios están procesados por delitos de cohecho, entre otros Rafael Gómez, conocido como "Sandokan", que ha seguido los pasos de su maestro Jesús Gil.
Lo del "ladrillero" Gómez con su formación Unión Cordobesa es escandaloso. El constructor ha dado la sorpresa en Córdoba y ha obtenido cinco concejales. Incomprensible. No entiendo nada. El empresario está acusado por un juez y un fiscal de pagar a Juan Antonio Roca, el "cerebro" de la trama de corrupción marbellí, cantidades millonarias a cambio de favores urbanísticos. Además, Gómez supuestamente adeuda al Ayuntamiento 24 millones de euros por el caso Colecor, al construir sin licencia las naves donde ha instalado la sede de su empresa Arenal 2000. Una patata caliente para el nuevo alcalde del PP, José Antonio Nieto.