
El experto Luis Gutiérrez, responsable de catar los vinos españoles para la revista Wine Advocate, promovida por el norteamericano Robert Parker, ha asegurado que la tendencia de recuperar variedades de uva y tradiciones, buscando calidad y ofreciendo singularidad, está atrayendo la atención del mercado internacional y ese interés puede ser el futuro del sector del vino en España. Gutiérrez asegura que los bodegueros españoles están empezando a creer en el potencial de variedades autóctonas antes minusvaloradas.
"Fuera están muy receptivos, quieren probar esos vinos y hay que llevárselos; si seguimos haciendo vino con exceso (de madurez, extracción o madera) se decepcionarán. Hay que mantener el interés haciéndolo bien"
Así, ha citado entre ellas la garnacha, cariñena y monastrell, entre otras, y ha considerado que los bodegueros también están empezando a creer en elaborar conservando el estilo y la personalidad de cada región vitivinícola, lo cual está atrayendo la atención del exterior."Fuera están muy receptivos, quieren probar esos vinos y hay que llevárselos; si seguimos haciendo vino con exceso (de madurez, extracción o madera) se decepcionarán. Hay que mantener el interés haciéndolo bien", ha señalado.
Gutiérrez ha hablado de la DO Ribera del Duero como una zona con mucho potencial, pero con un problema estructural de viñedo. "Se han arrancado o abandonado viñas viejas, se han plantado clones productivos con riego y en lugares no adecuados, aumentado mucho las extensiones de plantación y la producción de uvas... Las zonas de éxito comercial tienen un cierto peligro de banalizarse y vender mucho vino barato con poco margen y ganar aún mucho dinero y eso es un peligro porque devalúas tu zona", ha manifestado.
Preocupado por la lenta y escasa incorporación de generaciones jóvenes al mundo del vino y por que España tenga el consumo más bajo per cápita de toda Europa, Luis Gutiérrez reivindica el vino como "un producto de la alimentación mediterránea, cultura y patrimonio". "Hemos apartado a la gente del vino y esto es un problema muy grave", ha señalado refiriéndose a algunas políticas de prevención del alcohol.
"Nos hemos pasado de sobreproteger y el problema del alcoholismo no está en el vino; se ven barbaridades tremendas en el telediario y en cambio no se puede hablar de vino", lamenta el experto, quien también aboga por una difusión más popular.
Este catador, que prueba y puntúa unos 4.000 vinos al año, asegura no ir buscando siempre las novedades porque "todos los años hay ya una novedad, la nueva cosecha que el bodeguero tiene que elaborar y yo eso lo respeto mucho."