
Para los vuelos de larga distancia, los miembros de la tripulación de un avión cuentan con un espacio oculto al resto del pasaje donde poder dormir y descansar.
Aunque varía según el modelo de aparato, este espacio suele estar localizado en la parte delantera del avión, encima de la sección de primera clase. Este espacio está reservado únicamente a los miembros de la tripulación, se accede a través de unas escaleras ocultas y tiene código de seguridad.
Aviones como el Boeing 777 y 787 poseen este tipo de cabinas que están dotadas con camas, áreas de descanso y cortinas para asegurar la máxima privacidad. Además, esta parte del fuselaje tiene un espacio reservado para los pilotos del aparato.
La parte de los asistentes de vuelo posee entre seis y diez camas con cómodos colchones y cinturones de seguridad, almohadas y un pequeño espacio para guardar los efectos personales. A pesar de que no contienen ventanas, estas cabinas suelen poseer un pequeño espacio para el entretenimiento.
Respecto a los pilotos hay aerolíneas que destinan un espacio especial para ellos. La cabina de descanso para los pilotos es una zona separada con dos camas, dos asientos de clase ejecutiva e incluso un área de baño con lavabo.
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