
Entrar una lista de espera es lo máximo que se consigue cuando se quiere comprar un bolso de la exclusiva marca Hermes. Todo un logro, ya que no todo el mundo entra. Tras meses de espera, el bolso puede ser suyo. Pero la cosa se complica aún más si se habla de la lista para el Birkin Sellier 40, la más deseada y concurrida. ¿Cómo funciona este sistema?
El bolso en cuestión es uno de los más preciados y deseados de la firma. Con un precio de venta de 14.900 dólares, este Birkin está hecho a mano con piel de vaca Hunter y necesita hasta veinte días de trabajo minucioso y artesanal.
"Nadie puede entrar y comprar un Birkin'" dice Michelle Goad, director general de PS Dept, una aplicación de compras personal que da servicio a 20.000 clientes de lujo a nivel mundial. "Tienes que tener un historial de compras para empezar a entablar una buena relación con la tienda para conseguir entrar en la lista? sentencia Goad a Bloomberg.
Muchos son los que piensan que estas listas de espera son una inteligente operación de marketing para que la marca se envuelva en un halo de exclusividad y selección. Pero desde la multinacional de lujo se niega que exista lista de espera alguna. Hermès asegura en cambio que "cuando hay algo disponible, llamamos a los clientes a que vengan a la tienda y que vean el bolso".
La realidad es además que Hermès, mantiene en secreto el número Birkins que vende al año o el porcentaje de ventas de cuero que es atribuible a esta línea de bolsos. En el 2014, Hermès ingresó por las ventas de artículos de marroquinería 1,8 mil millones de dólares un 13% más que 2013. En el primer trimestre de 2015, las ventas ya alcanzaban 511 millones de euros, un 25% más que 2014. Unas cifras sorprendentes en un momento en que las marcas de lujo están luchando a nivel mundial contra el mercado de las falsificaciones de China y Rusia.
"Hermès fue muy inteligente en no inundar el mercado con Birkins", dice Mario Ortelli, analista de bienes de lujo de Sanford C. Bernstein, a Bloomberg. Ni siquiera Chanel, añade, es capaz de justificar ese tipo de cifras en sus productos. "La verdadera fortuna del Birkin es que ninguna otra marca ha construido una bolsa icónica en ese rango de precios", concluye Ortelli.