Corría el año 1988 y Joaquín Prat presentaba El precio justo en TVE; en la radio, no dejaba de sonar el Never gonna give you up de Rick Astley y, en el cine, se estrenaba Mujeres al borde un ataque de nervios de Pedro Almodóvar.

El Óscar al Mejor Actor de aquel año se lo llevó Dustin Hoffman por Rain Man y el Balón de Oro fue a parar al futbolista holandés Marco Van Basten. Aquel 1988 nacía la actriz Blanca Suárez (o la cantante Rihanna) y el Real Madrid (con Butragueño y Hugo Sánchez en sus filas) intentaba sin éxito ganar su ansiada Séptima Copa de Europa.

En aquellos mismos días de 1988, en la lejana Nicaragua, se cerraba el tapón de una barrica de ron (sellada, como todas ellas, con fibra de plátano) en la destilería de Flor de Caña, a menos de ocho kilómetros del volcán San Cristóbal, bajo un suelo fértil de ceniza.

Más de 30 años después, casi olvidada en un rincón de la bodega, alguien decidió destapar la cuba y probar cómo le había sentado al ron el lento e indolente paso del tiempo.

El resultado impresionó tanto a los especialistas que decidieron darla a conocer a través de un producto único e irrepetible: Flor de Caña 'V Generaciones', un ron de treinta años (el más exclusivo que la marca ha presentado nunca) procedente de una única barrica, aquella que se 'puso a dormir' en aquel lejano 1988.

El lanzamiento de 'V Generaciones' durante este 2020 sirve también para celebrar el 130 aniversario de la firma Flor de Caña, que nació allá por 1890. Un tributo especial que homenajea la pasión, la dedicación y el compromiso con la excelencia de miles de trabajadores y de esas cinco generaciones de la familia (de ahí el nombre del ron) que han sido parte de la historia de la marca en estos más de cien años de historia.

Al tratarse de un ron excepcional, la presentación también está a altura, La botella incluye las firmas de las cinco generaciones de la familia fundadora, un tapón de piedra volcánica y una réplica de la icónica estampilla volcánica de Nicaragua de 1902.

El ron 'V Generaciones' se presenta en este estuche de lujo (y con tapón de piedra volcánica).

Las botellas están numeradas (en torno a unas 400), junto con una elegante etiqueta metálica y un certificado de autenticidad, y se presentan en un atractivo estuche de cuero negro con un estilo minimalista y avant-garde.

El precio por unidad ronda los 1.200 euros (no más de 40 euros, si uno lo piensa bien, por cada año que ha estado envejeciendo en la barrica) .

Flor de Caña es la marca líder de ron en América Central. Un legado y una tradición, la de esta compañía, que no ha cambiado apenas nada a lo largo de todas estas décadas. Hoy en día es la quinta generación de la familia Pellas quien sigue guiando los pasos de la licorera en un compromiso por la excelencia artesanal, los ingredientes más finos y el proceso único de lento añejamiento. Además, la firma es reconocida por sus prácticas sostenibles, siendo el único destilado en el mundo con el certificado Carbono neutral y Fair Trade.