El reloj maillon de Cartier es ante todo un estilo. Es la pieza principal de un vestuario de apariencia asumida que juega con los códigos clásicos de los brazaletes reinventando una actitud moderna.

Esta joya se suma a la lista de colecciones relojeras creativas de la Maison. Un brazalete con el que Cartier descentra la secuencia de los eslabones, todos alineados en diagonal. Generosos y opulentos, realzan por completo la elegancia ultrafemenina del reloj.

Todo reside en el giro

Esta torsión aporta una perspectiva en la que se integra la esfera del reloj. La caja y los eslabones se entrelazan en un mismo e intenso movimiento gráfico. Eslabones rectangulares, esfera hexagonal, angarillas en el bisel; el diseño del Maillon introduce la geometría de Cartier en su ritmo. Desde la forma de los eslabones hasta la de la caja de facetas cortadas, que radicalizan el espíritu del reloj, todo está diseñado con el deseo de estructurar el conjunto.

Colección preciosa

El reloj Maillon de Cartier, parte de una colección preciosa, también se incluye dentro de una serie de piezas de excepción en las que las piedras ensalzan la arquitectura. Las esferas se han creado a partir de técnicas de marquetería siguiendo la secuenciación de las piedras engastadas en los eslabones. Además, la elección de las piedras, en su versión laca azul y tsavoritas, aporta un relieve cinético del reloj. Un efecto gráfico con un contraste que Cartier acentúa mediante una versión en oro amarillo y diamantes con eslabones angulosos de laca negra.