La vuelta a la cruda realidad, en mayor o menor medida, es dura. Tanto es así, que según un estudio llevado a cabo por la empresa especializada en software de Recursos Humanos, Bizneo HR, el 38 por ciento de los trabajadores sufrirán el conocido como síndrome o depresión posvacacional. Otro 62 por ciento no padecerá este síntoma, pero experimentará cuadros de estrés o fatiga vinculados a una incorrecta reincorporación al trabajo.
Con el paso de los años, son muchas y muy diversas las medidas propuestas para combatir estas dolencias. Entre éstas, animarse a realizar escapadas se alza como una opción, además de fácil, muy satisfactoria, especialmente si se trata de España, donde existen rincones por toda la geografía de belleza e historia inigualable.
Actualmente existen 79 municipios englobados en la Asociación de Pueblos más Bonitos de España, y según su presidente, Francisco Mestre, "la época de finales de verano y principios de otoño es un momento ideal para viajar a estas joyas rurales poco masificadas que prometen belleza, naturaleza y desnexión". Por este motivo, he aquí una selección de seis de los municipios españoles que hay que visitar, al menos, una vez en la vida.
Aínsa (Huesca)
Se trata de una villa de la comarca de Sobrarbe que corresponde con el nombre de su antiguo reino. Aínsa es un hermoso pueblo medieval que conserva toda la magia de siglos pasados, y pasear por sus callejuelas te traslada, sin ningún esfuerzo, al Aragón de nuestros antepasados. Este año, la mejor fecha para visitar esta villa es septiembre, ya que allí tendra lugar el campeonato de España de Raids de Aventura, que se realizará los días 21 y 22 del mencionado mes.
Segura de la Sierra (Jaén)
Esta comarca jienense está integrada dentro del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, el espacio protegido más extenso de España. Segura de la Sierra guarda intacto su pasado y aquí es posible conocer el rastro de las antiguas civilizaciones. Sus pinturas rupestres, puentes romanos, murallas, castillos, fortalezas e iglesias reconstruyen un muestrario de cómo era el mundo mucho antes de nuestra llegada, por lo que se convierte en un viaje a la Era rupestre difícil de olvidar. Además, la naturaleza es otro de sus puntos fuertes, ya que ofrece actividades como vuelo libre, montañismo, senderismo o rutas en bicicleta.
Vilafamés (Castellón)
Ubicado en el interior de la provincia de Castellón, Vilaflamés se sitúa en lo alto de un cerro. Sus calles, estrechas y zigzagueantes, son el más claro testimonio de su pasado árabe, y en cada uno de sus rincones se esconde un monumento. Entre los más destacados, su famosa Roca Rossa, una piedra de 2163,2 toneladas que descansa en una de sus calles. Su conjunto histórico, declarado Bien de Interés Cultural desde 2005, y su casco antiguo, construído completamente con piedra roca, son dos de los grandes atractivos de este municipio.
Valverde de los Arroyos (Guadalajara)
Este trocito de la provincia castellano manchega vuelve a operar como una máquina del tiempo. En este caso, la arquitectura negra de sus construcciones es lo que encandila a cualquier visitante. Entre las visitas obligadas, la plaza mayor y la iglesia, construida a base de pizarra y madera. Además, muy cercana al pueblo se encuentra la chorrera de Despeñalagua, una impresionante cascada de 80 metros de alto que termina de completar su combo de arquitectura y naturaleza.
Caleruega (Burgos)
Caleruega es un antiguo pueblo situado en el sureste de Burgos, cercano a otros lugares de encanto histórico y monumental como Aranda de Duero. Sus orígenes se remontan a la época de la Reconquista y su arquitectura se hace eco de ello. El Convento de los Dominicos, el Torreón de los Guzmanes o el Real Monasterio de Santo Domingo son sus principales lugares de interés, que se completan con curiosas actividades como el avistamiento de buitres o las rutas arqueológicas.
Viniegra de Arriba (La Rioja)
Situada al sur de la provincia riojana, esta villa se rodea de cumbres que rozan los 1.800 metros de alto, como Rastraculos o La Muela. Así, adentrarse en su naturaleza es una experiencia que pocos destinos ofrecen. La Iglesia Parroquial de la Asunción, con vestigios romanos y un importante coro alto del siglo XV, y la Ermita de la Magdalena, con interior de aspecto románico y exterior gótico, son sus principales puntos de interés turístico.