Es la sombra que ninguna quiere, pero que muchas conocen por desgracia: esa 'manchita' incómoda que aparece justo sobre el labio superior, dándole a veces el aspecto de un 'bigote' que no hemos pedido, tiene nombre, melasma, y es mucho más común de lo que crees, sobre todo entre mujeres. Aunque las hormonas y el sol son los sospechosos habituales, la depilación -sí, incluso esa cera rápida antes de salir- también puede jugar un papel decisivo en su aparición, especialmente si la piel del rostro no presenta manchas en otras zonas.
"En la zona del bigote es lo más habitual, sobre todo en mujeres que toman anticonceptivos orales, durante el embarazo o en la menopausia", explica Esperanza Sáenz, responsable de imagen de la firma sevillana Nezeni Cosmetics. Aunque también puede aparecer en la frente o las mejillas, el labio superior es, con diferencia, su territorio favorito.
La causa principal es la exposición a los rayos UV, aunque no se trata solo del sol. "A veces es más el calor que la luz solar lo que empeora el cuadro", añade la experta. Incluso en días nublados o sin sol directo, las altas temperaturas pueden disparar la producción de melanina y provocar brotes en pieles susceptibles. Pero no todo el mundo está en riesgo: la predisposición genética y los desequilibrios hormonales juegan un papel decisivo.
Y aunque no duelen ni suponen peligro para la salud, estos melasmas pueden llegar a desesperar. "Existe una inflamación de base que empuja a los melanocitos a fabricar más pigmento de lo normal", apunta Sáenz. Además, en menor medida, también pueden verse agravados por métodos de depilación como la cera, el hilo o el láser.
¿Cómo aclarar las manchas de melasma en el bigote?
Te preguntarás, ¿esto tiene solución? La cosmética tiene sus armas, pero no hace milagros. Ingredientes como la niacinamida, el ácido trunexámico o la hidroquinona pueden ayudar a difuminarlas. Tratamientos como el microneedlling o los peelings químicos aportan un plus cuando las cremas no son suficientes. Eso sí, hay una regla de oro que ninguna rutina debe saltarse: protección solar diaria, llueva, truene o brille el sol. Porque sí, el melasma tiene sus misterios… pero también sus secretos para decirle adiós (o al menos, mantenerlo a raya).
La experta sugiere: "Podemos echar mano de cosméticos despigmentantes que aclaren las manchas de melasma, con agentes como la hidroquinona, la vitamina C, la niacinamida o los ácidos tranexámico y kójico, también alternativas vegetales como la alfa arbutina, que ha demostrado científicamente atenuar las manchas oscuras". Por su parte, Filip Van, CEO de la marca cosmética Di Oleo, aconseja: "Debemos buscar un protector que contenga óxido de zinc, ya que tiene efecto calmante, y en la medida de lo posible evitar las fuentes de calor que empeoran notablemente el melasma, da igual si es invierno o verano, hablamos también de los secadores de pelo, los calefactores, saunas de infrarrojos o los propios hornos de las casas", concluye.
¿El primer paso para mantenerlos a raya? Protección solar sin excusas... y con constancia. Porque si bien no hay una cura milagrosa, sí hay formas de reducirlos y, con paciencia, suavizar su aspecto visiblemente.
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