El secreto para lucir una melena de infarto va más allá del champú que eliges para tu rutina capilar. Si bien es recomendable fichar alguno sin sulfatos ni parabenos, el acondicionador también juega un papel crucial en el cuidado del cabello.
Y es que, cuando lavamos el pelo, el champú puede dañar ligeramente la cutícula de la fibra capilar, es decir, la capa más externa del cabello. Por ello, el acondicionador ayuda a reparar esta capa externa, restaurando los ácidos grasos y protegiendo la fibra capilar
También, los especialistas en cuidado capilar aconsejan utilizar el acondicionar incluso en los días que no lavemos el cabello. No obstante, para evitar que se vea graso o acartonado, una buena alternativa es optar por recogidos al estilo clean look, que mantienen el cabello fresco y controlado.
"El acondicionador no engrasa el pelo si lo usamos correctamente y solo debemos aplicarlo de medios a puntas. Es más, tiene cargas positivas y el pelo cuando está dañado tiene cargas negativas. Por eso, cuando tenemos un pelo muy dañado, el producto se va a adherir de forma intensa a la fibra capilar y se eliminará al aclararlo", explica la doctora Claudia Bernárdez, dermatóloga de la Clínica AB Derma, tal y como recoge la revista TELVA.
Por el contrario, si optamos por no aplicar el acondicionador, podemos encontrar deshidratación y encrespamiento en nuestro cabello, lo que podría generar una textura áspera, difícil de manejar y propensa a la rotura.