Vivienda

Las inmobiliarias cotizadas pierden 892 millones a junio, un 26% más

  • Los ingresos se hunden un 41,5% en el primer semestre y deben 19.494 millones

El sector inmobiliario no levanta cabeza. Las diez compañías del ladrillo que todavía cotizan en bolsa (Metrovacesa abandonó el parqué en marzo) han perdido 892 millones de euros entre enero y junio de 2013, un 26 por ciento más que en el mismo periodo de 2012, han visto como su ebitda entraba en número rojos y acumulan una deuda de 19.494 millones.

Tras estos malos resultados está la caída del 41,59 por ciento de la facturación por la sequía del crédito, el alza de los impuestos y la caída del consumo, que han reducido a la mínima expresión el negocio de la construcción y la venta de viviendas dejando a las empresas del ladrillo en manos de la gestión de patrimonio y los alquileres.

Vivir de alquileres

En los seis primeros meses del año, los diez grupos cotizados (ver gráfico) han ingresado 515,5 millones de euros frente a los 882,6 millones del año pasado. Colonial, Realia y Testa Inmuebles concentran el 75,5 por ciento de la facturación y estas obtienen la mayor parte de sus ingresos del alquiler de edificios. En el caso de la inmobiliaria que preside Ignacio Bayón, el 85,5 por ciento de los ingresos los aporta el negocio de alquiler de edificios (85,5 millones) mientras que en estos seis meses apenas ha vendido 67 viviendas. La buena marcha de su pata de patrimonio se debe a la filial francesa, que aporta el 50 por ciento de la facturación. Por su parte, la mayor parte de los ingresos de Colonial, un 79 por ciento, se concentra en oficinas -el 70 por ciento provienen de la filial en París-.

Pese a ser dos de las inmobiliarias que más han facturado, también son las que más han incrementado sus pérdidas en los primeros seis meses del año. Colonial ha tenido un resultado negativo de 308 millones de euros frente a los 178 millones de números rojos del año pasado y Realia los ha hundido hasta los 28 millones desde los 9 millones del mismo periodo de 2012.

Las provisiones por el deterioro de los activos y los gastos financieros agudizan el deterioro de los resultados. Por ejemplo, Colonial elevó un 73 por ciento sus pérdidas por el impacto de su filial Asentia, que concentra el negocio promotor y de suelo. El grupo no atraviesa un buen momento, ya que en 2014 vence una parte importante de su deuda de 3.501 millones.

En concurso de acreedores

Reyal Urbis y Nyesa, las dos en concurso de acreedores, también han visto lastrado sus resultados por el ladrillo. La rama inmobiliaria de la compañía presidida por Juan Manuel Vallejo, que ha perdido 21,5 millones, ha caído un 55 por ciento, hasta los 778.000 euros; la actividad patrimonial ha aportado ingresos de 2,4 millones y la construcción se ha ido a cero.

Por su parte, Reyal Urbis, que tiene un agujero patrimonial de 1.700 millones y una deuda de 3.771, ha visto como la promoción ha facturado 11 millones (58 por ciento menos) y sólo ha entregado 39 viviendas. Martinsa Fadesa, también en concurso, ha visto cómo sus ingresos caían un 20 por ciento y ha perdido un 267 millones. Los números rojos han mejorado por el ajuste de los gastos pero las ventas no tiran. En esta línea, Renta Corporación se declaró en suspensión de pagos en marzo y ha entrado en números rojos tras perder cinco millones.

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