
El precio tope que un comprador potencial pagaría por una casa en España es de 247.000 euros, cantidad que se sitúa por debajo del precio medio de venta de muchas ciudades. Además, se emplean alrededor de 10 meses en su búsqueda, y se solicita información sobre alrededor de 14 inmuebles al mes durante este periodo. Mientras tanto, el crédito hipotecario gestionado por las entidades financieras ha alcanzado ya el billón de euros.
Al menos así lo refleja el estudio ¿En qué nos fijamos para comprar vivienda? elaborado por Facilisimo.com.
El informe señala que en caso de no conseguir los precios y las características deseadas, el 61% aguanta hasta encontrarlos, el 20,42% busca una zona más barata, un 12,29% cambia de opción y se decanta por el alquiler y un 6,24% busca en la misma zona, aunque en peores condiciones.
Por otra parte, de los 1.419 usuarios encuestados por el portal inmobiliario, la mayoría espera que el inmueble esté situado en una zona tranquila, segura y cercana a transportes públicos. Concretamente, ellos tienen como preferencia la disponibilidad de aparcamiento y la cercanía de zonas verdes, mientras que ellas se interesan más por la seguridad y el acceso al transporte público.
El piso, en buen estado
De puertas para dentro, y con carácter general, los compradores valoran especialmente la orientación e iluminación del inmueble, su nivel de conservación, la distribución de las habitaciones, la calidad de los materiales, que cuente con garaje, ascensor y trastero y el estado de las zonas comunes. Por sexos, los hombres tienen más en cuenta la calidad de los materiales, mientras que las mujeres ponen especial interés en la distribución de la casa.
Por último, la encuesta destaca que el 47% de los usuarios del portal posee una vivienda en propiedad, el 28% vive en alquiler y el 25% restante vive en casa de familiares y amigos. Además, señala, los propietarios se muestran notablemente satisfechos con su vivienda actual y le otorgan una nota del 7,8 en una escala del 1 al 10.