La exposición Rehabitar en nueve episodios se divide en dos apartados, Rehabitar las calles y Rehabitar las plantas bajas, con las que se busca "devolver al espacio urbano su carácter de lugar público, reflexionando a su vez sobre los usos que pueden desarrollarse y sobre la recuperación de otros espacios que se han abandonado". La Arquería de Nuevos Ministerios de Madrid acoge desde hoy y hasta el 26 de diciembre los capítulos 3 y 4 de la exposición.
En definitiva, se pretende que la actual estructuración de las construcciones urbanas, que resultan ajenas y chocantes al propio ser humano, se consiga "domesticar" la calle, pues "una calle domesticada es aquella en la que uno se siente como en casa".
Organizada por el Ministerio de Vivienda, la exposición es, tanto en su diseño como en los contenidos, resultado del trabajo llevado a cabo por el grupo de investigación Habitar, del departamento de Proyectos Arquitectónicos de la Universidad Politécnica de Cataluña.
El grupo Habitar propone "la aceptación sin complejos de un desorden aparente que no es más que la expresión de nuestra convivencia". En este sentido, aclaran que "conseguir domesticar la calle no requiere ni demasiadas obras ni demasiados gastos. Defendemos el uso de la prueba antes que las caras y molestas reformas que nos asolan constantemente". "Para probar nuestras experiencias sólo se necesita sentido crítico, voluntad y un par de conos, quizá, para cortar el tráfico", concluyen.
Plantas bajas en el entorno urbano
La segunda parte de la exposición, Rehabitar las plantas bajas, busca revitalizar las calles, extendiendo hacia las mismas la riqueza de las actividades interiores. La idea es contagiar el carácter de lo doméstico diluyendo los límites de lo publico. Se pretende así conseguir sacar partido a las cualidades distintivas de la planta baja y evitar el deterioro de la vida social, dando un nuevo uso a tantos locales desocupados.
En esta exposición se reflexiona sobre la utilización del espacio urbano y por eso el propio montaje de la muestra se adapta a esta idea. En lugar de utilizar las salas de la Arquería, se ha optado por el desarrollo de la muestra en el exterior, entre los arcos a través de los que se accede a la misma y al patio interior de Nuevos Ministerios.
La primera sorpresa que ofrece la exposición es una reproducción a gran tamaño del cuadro de Paolo Veronesse Cena en casa de Levy, el cual ha sido elegido porque, aunque según el nombre de la obra se representa una cena que se desarrolla en una casa, resulta difícil definir el espacio que acoge la escena, ya que éste se asemeja más bien a una calle que, sin embargo, sugiere domesticidad.
Las dos partes de la exposición se desarrollan en una gran mesa de 25 metros de largo. La misma ha sido cubierta en su totalidad con una tela plastificada en la que aparece pintada una calle. A lo largo de esta vía se han dispuesto fotografías acompañadas de textos en los que se dan ideas de los usos que se puede dar al espacio urbano.
La Arquería (Paseo de la Castellana, 67) permanece abierta de martes a sábado (de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 21.00 horas) y los domingos y festivos (de 10.00 a 14.00 horas). La entrada es gratuita. El día de La noche en blanco, 11 de septiembre, se extiende el horario de 23.00 horas a 3.00 horas