La venta de viviendas nuevas en EEUU subió un 16,2 por ciento en abril, el mayor avance en 14 años, mientras que los precios cayeron en el porcentaje récord del 11 por ciento, según un informe publicado el jueves, señal de que el sector inmobiliario se está estabilizando.
Otros informes también mostraron la fortaleza de la economía, reforzando la idea de que la Reserva Federal podría mantener estables los tipos de interés en un futuro a corto plazo.
Las ventas de viviendas subieron desde el número revisado de 844.000 unidades en marzo a una tasa anual de 981.000 unidades, dijo el Departamento de Comercio. Los analistas esperaban que las ventas de casas a estrenar se situaran en una tasa anual de 860.000 unidades.
Drástico recorte de precios
Esta subida frente a las previsiones viene impulsada por el drástico recorte de los precios. En abril, el precio medio de venta de una vivienda nueva cayó en 28.000 dólares a 229.100 dólares.
A pesar de que otro informe mostró un aumento del 0,6 por ciento de los pedidos de bienes duraderos en abril - decepcionando las expectativas de los analistas que esperaban un incremento de un 1 por ciento -, los indicadores clave sobre inversión empresarial y confianza del consumidor apuntan hacia un favorable optimismo.
Los precios de los bonos en EEUU cayeron y el dólar subió frente al euro. Los datos llevaron a los mercados financieros a restringir las previsiones de un recorte de los tipos de interés.
Previo al informe de segunda mano
Los datos del jueves llegan el día previo a otro informe que mide el ritmo de venta de las viviendas de segunda mano, que representan el 85 por ciento del mercado inmobiliario estadounidense.
Algunos analistas dijeron que estos datos muestran la estabilización que sufre el mercado inmobiliario, lo que podría ayudar a disipar los nubarrones que se ciernen sobre la economía estadounidense.
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