
Aunque la referencia hipotecaria ha arrojado unos datos históricamente favorables en abril, en el que su media se moderó hasta el 1,77%, también ha aminorado la velocidad de los descensos. Su relajación se agota... salvo que el BCE le permita ir más lejos.
La gravedad de la crisis hace difícil aferrarse a aquello de que no hay mal que por bien no venga. Pero aunque cueste encontrar alguna consecuencia positiva de las turbulencias, las hay. Y entre ellas destaca la evolución reciente del euribor a doce meses, la referencia fundamental para la mayoría de las hipotecas a tipo variable en España. En un momento en el que los bancos han endurecido las condiciones crediticias a las empresas y a las familias y en el que el desempleo se ha convertido en la principal preocupación de los españoles, al menos la factura hipotecaria ha sido fuente de alegrías.
Todo empezó el 8 de octubre. Ese día, el Banco Central Europeo comenzó a rebajar los tipos de interés. Desde entonces, la secuencia descendente del precio del dinero ha añadido cinco recortes adicionales, que han conducido los intereses hasta el 1,25 por ciento. Nunca antes habían sido tan bajos en la región.
Siguiendo la estela dejada por el BCE, el euribor inició una tendencia bajista. Del 5,486% se ha moderado hasta el 1,728%, la cota más baja de todos los tiempos. Y lo que resulta aún más importante, las medias mensuales, que son las que se tienen en cuenta para las revisiones de las cuotas hipotecarias, también han descendido. De unos promedios superiores al 5% se ha pasado a otros inferiores al 2%, un terreno jamás pisado antes y que ha aliviado el peso de la hipoteca. Así, en las revisiones anuales que se actualicen con los datos de abril, cuya media se ha situado en el 1,77 por ciento, el ahorro anual rondará los 2.900 euros para un crédito de 150.000 euros a 25 años.
Cuestión de matices
Pero la cara más amable de los problemas también ha mostrado una mueca de cansancio en las últimas semanas. Analizando detalladamente la evolución del euribor, se observa que el descenso no ha sido lineal. Entre el 9 de octubre de 2008 y el 15 de enero de 2009, la rebaja media diaria ascendió a 4,1 puntos básicos al día -100 equivalen a un punto porcentual-. En ese intervalo fue cuando el BCE ofreció una mayor decisión, al abaratar el dinero del 4,25 al 2 por ciento.
A partir de entonces, el ritmo se ha moderado conforme la institución presidida por Jean-Claude Trichet ha ido evidenciando más reticencias a la hora de bajar más los tipos y posponiendo la adopción de medidas menos convencionales. Así ha ocurrido sobre todo tras la reunión del 2 de abril, en la que la entidad sólo rebajó los intereses un cuarto de punto, hasta el 1,25%, cuando se esperaba un recorte mayor. Desde entonces, la referencia hipotecaria apenas ha descendido 0,35 puntos básicos al día.
¿Significa esto que va a dejar de transmitir buenas nuevas? No. Seguirá dando alegrías. "Previsiblemente, durante el segundo semestre de 2009 las caídas más significativas en las cuotas se producirán en las revisiones anuales", reconoce la Asociación Hipotecaria Española (AHE). Será así porque las medias mensuales continuarán siendo inferiores a las registradas en 2008. Sobre todo, entre junio y octubre: los contratos que se revisen en ese intervalo podrían conducir a un ahorro anual de hasta 3.600 euros para una hipoteca de 150.000 euros a 25 años.
Ahora bien, los expertos coinciden en que la tendencia descendente se está agotando. "Todo tiene un límite", admite gráficamente José Luis Martínez, estratega en España de Citi. "El euribor está próximo a su suelo", confirma José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney.
¿Cuánta cuerda le queda?
Depende de dos factores. El primero, el BCE; y el segundo, las tensiones en el sector bancario. En la medida en que la institución llegue más lejos con la rebaja de los tipos -por el momento se espera que los recorte al 1% el próximo jueves- y que active medidas más heterodoxas, como la ampliación de los plazos de financiación a los bancos o la adquisición de deuda corporativa en el mercado, las condiciones serán más favorables para que el euribor apure su moderación.
Si se dan estas circunstancias, tanto José Carlos Díez como José Luis Martínez consideran que la referencia hipotecaria podría descender incluso hasta una zona próxima al 1,5 por ciento. Pablo Guijarro, de AFI, lo sitúa un poco más arriba. "Le queda poco recorrido, y éste dependerá de la evolución de las primas de riesgo en la financiación bancaria. Podría moverse entre el 1,75 y el 1,6 por ciento". Más allá, coinciden en el diagnóstico: en adelante, las alegrías del euribor no vendrán tanto en forma de nuevos descensos como a través del mantenimiento de los bajos niveles actuales.