Comunidad Valenciana

El 67% de las empresas de la Comunitat Valenciana necesita titulados de FP

Foto: Efe.
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El 67 por ciento de las empresas de la Comunitat Valenciana necesita incorporar trabajadores con formación profesional (FP), mientras que solo un 27 por ciento demanda puestos que requieran titulación universitaria, según el estudio Necesidades laborales de las empresas, impulsado por el foro de investigación Educa 2020, la firma demoscópica GAD3 y la Fundación AXA, y que ha contado con la colaboración de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV). Las conclusiones del informe vienen a confirmar una de las principales quejas y reclamaciones del sector económico valenciano: la necesidad de poner medidas para solventar la brecha entre sistema formativo y empresa, para mejor la empleabilidad en un contexto en el que la tasa de paro supera aún el 17 por ciento -el 38 por ciento en el caso de los jóvenes menores de 25 años-. (Más contenidos en la revista digital gratuita elEconomista Comunitat Valenciana)

"La necesidad de jóvenes procedentes de la Formación Profesional Superior es acuciante en la Comunitat: un 44 por ciento de las empresas encuestadas así lo manifiestan, frente al 28 por ciento de la media nacional. En cuanto a las necesidades de trabajadores de FP de grado medio ascienden a un 23 por ciento", detalla el periodista y presidente de Educa2020, Fernando Jáuregui. Los perfiles más demandados se centran en electricidad y electrónica, instalación y mantenimiento y mecánica.

Actualmente, hay unos 86.000 alumnos en ciclos de FP en la Comunitat Valenciana, de los que unos 38.000 están haciendo prácticas en empresas, según los datos facilitados por la Conselleria de Educación.

Un reciente informe del Círculo de Empresarios cifraba en un mínimo de 12.000 las plazas extra de FP necesarias en la región para alcanzar la media de los países europeos -el nivel en el conjunto de España está en 33 plazas de FP por cada 100 estudiantes, frente a las 60 de media en Europa-. El estudio detalla que solo un 12 por ciento de los estudiantes españoles está realizando un grado de FP, frente a cerca del 50 por ciento en Alemania, lo que demuestra "que es una herramienta infrautilizada".

La colaboración público-privada en Euskadi permite que la FP amplíe su oferta cada año y se adapte al mercado laboral

Sin embargo, la Generalitat matiza estos datos. "Nos encontramos con que, mientras que en algunas titulaciones hay sobredemanda -por ejemplo, las vinculadas a la hostelería, el turismo o el deporte-, hay unas 3.000 plazas ofertadas vacantes en aquellos ciclos más enfocados a la actividad industrial y que son los que cuentan con mayor empleabilidad. Hay un desajuste de intereses. Lo que falta son alumnos que quieran cursar los ciclos que las empresas demandan. Por ello, una de las líneas prioritarias es reforzar la orientación en centros escolares y profesionales", apunta la directora general de Formación Profesional y Enseñanzas de Régimen Especial, Marina Sánchez, que pide, también, "una mayor corresponsabilidad a las empresas".

Más flexibilidad y agilidad

Una de las claves del éxito del modelo de FP en el País Vasco, que se ha convertido en referente en España, ha sido la colaboración entre el sector empresarial y el Gobierno autonómico, que permite ampliar la oferta cada año con nuevos ciclos que buscan dar respuesta a las necesidades reales del mercado. La Generalitat y la patronal valenciana han reforzado, en los últimos meses, los contactos con agentes de esta región, para adaptar buenas prácticas y dar un impulso al modelo de la Comunitat, que se intensificarán tras el verano.

El 58 por ciento de las empresas de Comunitat Valenciana afirma que tiene dificultades a la hora de contratar a jóvenes adecuadamente formados para los puestos de trabajo que necesitan cubrir -en el 71 por ciento de los casos, técnicos especializados- y el 81 por ciento de las encuestadas asegura que "el déficit educativo les obliga a invertir mucho tiempo y dinero en formar a sus trabajadores".

"Las empresa no quieren ayudas para contratar, sino tener acceso a mano de obra cualificada y preparada, que produzca desde su incorporación", afirma Salvador Navarro, presidente de la patronal autonómica.

La CEV cuenta con un grupo de trabajo centrado en la FP -en el que participan Dulcesol, SPB, Global Omnium, Royo, Platos Tradicionales y Cinco Tenedores-, que ha identificado y planteado a la Administración autónomica diferentes líneas de actuación: una labor de información, orientación y concienciación del alumnado -y de su entorno- respecto a las oportunidades laborales de las titulaciones de FP; una mayor flexibilidad y capacidad de respuesta a las necesidades de formación reales de las empresas; la simplificación de los trámites burocráticos a la hora de concretar convenios -que, tal y como está definida la ley autonómica, requieren de la aprobación del Consell-; el impulso a la FP Dual -que combina horas de estudio y de trabajo-, e impulsar "una cooperación público-privada mucho más estrecha y leal", explica Miguel Ángel Javaloyes, secretario general de la CEV.

"La realidad es que desarrollar un ciclo formativo oficial supone, si todo va bien, unos cinco años y, después, hay que buscar empresas que participen y alumnos. Se dan casos en los que, cuando finalmente se oferta, las necesidades ya han cambiado. Además, nos encontramos con que no está bien visto implementar un ciclo formativo en centros privados cuando no está en los públicos, a pesar de su mayor flexibidad y capacidad de respuesta, así como con situaciones en las que se han retirado conciertos de ciclos con centros privados que han conseguido pleno empleo en sus titulados, porque había plazas vacantes en centros públicos. Pero, si las hay es precisamente porque existen factores -como los horarios-, que no permitía a muchos alumnos -trabajadores en activo que quieren reciclarse- acudir a las clases. Hemos planteado esta problemática a la Administración; nos han dicho que lo estudiarán, pero, de momento, no tenemos respuesta", indica Javaloyes.

En esta línea, el informe Repensem l'FP, realizado por el Consejo Escolar de la Comunidad Valenciana (CECV) y Bankia Dualiza, plantea "trasladar al Estado la necesidad de una estructura organizativa autónoma y flexible en cuanto a la organización modular respecto a los títulos y currículums, para adaptarlos a las necesidades del alumnado y del entorno", así como impulsar "la formación semipresencial y a distancia, cuya demanda es creciente; no es concebible un modelo de FP que no la potencie".

Más plazas y más profesorado

Sánchez afirma que "Educación trabaja para ampliar la oferta de ciclos formativos, a pesar de las limitaciones presupuestarias que nos impone el Gobierno central. En dos cursos hemos creado 5.824 plazas nuevas y el curso que viene la oferta aumentará de nuevo en 36 ciclos" -hasta unos 190 en total-. Entre ellos, se incluirán dos en química, solicitados por la patronal valenciana del sector, Quimacova. Además, se han ampliado los centros de Formación, Innovación y Recursos Educativos (Cefire) de nueve a 18 centros de formación para el profesorado valenciano, once de los cuales son territoriales y siete son específicos de varios ámbitos de conocimiento.

En cuanto a la FP Dual, "en esta legislatura, hemos firmado más de 1.500 convenios y somos ya la tercera comunidad autónoma por número de convenios y por número de alumnos -con 2.181 este curso, frente a 620 en el País Vasco- cursando FP Dual", destaca la directora general.

Repensem l'FP insta a "revisar la normativa de la FP Dual, para establecer convenios entre la Conselleria de Educación y las organizaciones empresariales, puesto que, hoy por hoy, la responsabilidad única recae sobre los centros, que tienen que buscar las empresas y concretar el convenio".

Tanto Educación como la CEV explican que uno de los hándicap para las empresas de la región -debido a su reducido tamaño medio- para participar en programas de FP Dual es la exigencia de asignar a trabajador que se responsabilice de la formación y seguimiento del alumno. Patronal y asociaciones sectoriales proponen aportar tutores que tengan asignados varios estudiantes, de manera que no afecte al funcionamiento normal de la compañía, bajo una fórmula de cooperación público-privada, con costes compartidos entre las empresas y la Administración.

Otra de las líneas de trabajo de la Generalitat Valenciana ha sido regular el procedimiento de evaluación y acreditación de la competencia profesional adquirida por experiencia laboral o formación no formal, que permite "por un lado, mejorar el acceso al mercado laboral y, por otro, a la formación para obtener un certificado de profesionalidad o título de FP, convalidando los módulos reconocidos y cursando los que les falten", indica Sánchez.

(Más contenidos en la revista digital gratuita elEconomista Comunitat Valenciana)

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