
La decana de las instituciones feriales españolas prepara una reconversión del modelo de negocio que ha imperado los últimos 96 años y que presenta síntomas de agotamiento.
Una decadencia que sufren la mayoría de los viejos recintos feriales no solo por la crisis económica, sino por las nuevas formas de intercambio de información y la mejora de las comunicaciones, que provocan la concentración de certámenes sectoriales, a veces con solo una cita por continente.
La intención del equipo que dirige desde hace un año Enrique Soto es convertir Feria Valencia en una gestora de certámenes en todo el mundo, sin minusvalorar el enorme recinto que terminó de construir hace menos de 10 años, con 200.000 metros cuadrados de exposición, pero sin permitirse perder certámenes porque los clientes prefieren otras localizaciones, como ocurrió con ferias como las del regalo.
"No se trata de qué queremos hacer para el cliente, se trata de saber qué quiere el cliente de nosotros", explicó el presidente de Feria Valencia la pasada semana al patronato de la institución.
La decisión se adopta después de una experiencia reciente. La Feria Internacional de la Moda Infantil y Juvenil (FIMI) organizó la pasada primavera el evento Día Mágico by FIMI, dedicado a trajes de comunión y ceremonia, en la Real Fábrica de Tapices de Madrid. Según fuentes de Feria Valencia, el éxito fue tal que Ifema desconvocó su certamen Etiqueta Negra, previsto para mayo, y la 77 edición de FIMI celebrada en Valencia la semana pasada tuvo "mucha más presencia" del subsector de comuniones.
Por ello, la organización del certamen que dirige Alicia Gimeno tiene casi decidido que FIMI, uno de los clásicos del recinto valenciano, celebre su 78 edición en Madrid, el próximo mes de enero. Según las mismas fuentes, lo hace para acercarse a los clientes más pequeños ubicados en regiones como Galicia, "que no van a venir a Valencia". Si sale bien, será un certamen itinerante por España y el extranjero, como se hacen las empresas de congresos.
Otro certamen propio, Sports Unlimited, dedicada a negocios del sector deportivo, ya ha decidido celebrar su próxima edición en Barcelona bajo la organización de Feria Valencia. Esta cita se organizaba con Reed Exhibitions, que ha decidido dejar España, por lo que ahora se hará con otra empresa.
Reed Exhibitions, líder mundial en organización de ferias, con 500 eventos en 39 países, es un poco el modelo a seguir, ya que esta empresa no cuenta con un recinto ferial.
Separar los negocios
Estos planes pasan por dividir Feria Valencia en dos líneas de negocio que, probablemente, darán lugar a sendas empresas. Por un lado, una patrimonial gestora del recinto de exposiciones. Por otro, la comercial que se encargará de la organización de ferias en cualquier lugar del mundo, y que será una empresa "más ágil y dinámica", según las mismas fuentes.
Esta división, que se espera tener perfilada después del verano, ayudará a clarificar la situación jurídica de Feria Valencia, que es una corporación semipública que actúa como una empresa privada a pesar de recibir fondos de la Generalitat para sufragar su deuda de casi 600 millones de euros. Con ello, la empresa comercial podrá acudir a financiar su actividad sin ese lastre.
La institución no publica sus cuentas
Feria Valencia mantiene una absoluta opacidad sobre sus cuentas, que se niega a hacer públicas más allá de un escueto comunicado de prensa. Por su figura de corporación, tampoco las deposita en el Registro Mercantil y se niega a ser auditada por la Sindicatura de Cuentas autonómica, que se lo ha requerido.