El exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez dijo este lunes en las Cortes valencianas que los gestores de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) fueron los responsables del hundimiento de la entidad, junto, posiblemente, a las autoridades políticas que los nombraron.
Así se pronunció Ordóñez en su declaración inicial ante la Comisión de Investigación sobre lo ocurrido en la entidad alicantina, tras realizar un relato de lo ocurrido en el sistema financiero español desde el inicio de la crisis y la actuación del Banco de España.
Según el compareciente, "los gestores de la CAM ni lo hicieron bien durante la burbuja ni supieron aprovechar la ayuda del Banco de España".
Ordóñez repasó la crisis de la CAM y cómo se afrontó desde el Banco de España y su consejo de administración, un relato en el que no hizo ninguna referencia a las cuotas participativas emitidas unos años antes.
El exgobernador admitió que hubo factores externos que pudieron incidir en la crisis de muchas entidades financieras, como la burbuja inmobiliaria y los problemas de gobernanza de las cajas de ahorro, pero afirmó que estos factores afectaron a todas las entidades, "y hay cajas que lo han hecho bien". Añadió que la regulación fue "adecuada" y que el Banco de España trató a todos por igual.
Por ello, en su opinión, "lo que es distinto en la CAM son los gestores, que fueron menos profesionales y menos prudentes que otros, o lo que han podido hacer la comunidad autónoma a la hora de los nombramientos y del seguimiento de estos gestores", concluyó.
Fracaso de la fusión
Ordóñez enumeró los pasos que dio el Banco de España con la CAM, el más relevante de los cuales fue instarle a que buscara otras entidades para fusionarse. Según el exgobernador, "el principal problema de la CAM fue que mostró muy poco interés en integrarse en un SIP" (sistema de protección integral).
Recordó que a pesar de que el Banco de España llegó a autorizar el SIP integrado por CAM junto a Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, estas tres últimas entidades lo rechazaron a última hora tras conocer los resultados de una auditoría (due diligence) encargada en las cuatro entidades.
A continuación, el Banco de España exigió a las dos partes sendos planes de recapitalización y, al no ser capaz la CAM de aportarlo -más allá de pedir 2.800 millones al Frob-, se produjo la intervención.
Admite que en 2008 ya se detectaron problemas