
El número de cooperativas de trabajo asociado con sede en la Comunidad Valenciana volvió a crecer en 2012, después de cuatro años de descensos provocados, sobre todo, por el alto número de empresas que desaparecieron como consecuencia de la crisis.
A esto se unió el hecho de que el alto índice de desempleo empuja cada vez más a los parados a emprender aventuras empresariales. El año pasado fueron 92 las cooperativas creadas, un 4,5 por ciento más que el año anterior, con un total de 390 empleados generados, la mayoría fijos.
Este año se espera que sean más las empresas cooperativas nuevas, gracias a un cambio legislativo recién aprobado por la Generalitat que permite constituir una cooperativa con dos socios, en lugar de los tres que se exigían hasta ahora.
La Comunidad Valenciana se convierte, así, en la séptima en la que se pueden constituir cooperativas con dos socios, tras Extremadura, País Vasco, La Rioja, Aragón, Castilla la Mancha y Murcia. Según el presidente de la Federación Valenciana de Empresas Cooperativas de Trabajo Asociado (Fevecta), Vicent Comes, "se trata de una medida que está dando muy buenos resultados en las comunidades en las que se ha implantado y que esperamos que también sirva para incrementar en la Comunidad Valenciana la creación de cooperativas, porque eso significará que se crea empleo de calidad".
El año acabó con 1.769 cooperativas activas en la Comunidad, un 2,2 por ciento más que en 2011, lejos todavía de las 1.925 sociedades que funcionaban a finales de 2007. Según Comes, "ha habido menos mortandad que en años anteriores, cosa que ya vimos en 2011, porque estamos acercándonos al núcleo duro, al núcleo de cooperativas con un proyecto empresarial fuerte que no van a caer".
823 millones de facturación
El conjunto del sector cooperativo sumó una facturación de 823,65 millones de euros en 2012 y realizó una inversión de 33,6 millones. En cuanto a empleo, al acabar el año eran 22.000 los trabajadores de las cooperativas, de los que casi 17.000 eran socios, es decir, copropietarios de la empresa.
Para el presidente de Fevecta, esta es la clave que explica que la destrucción de empleo entre las cooperativas de trabajo asociado en los últimos cinco años sea la mitad que en el conjunto de la economía valenciana. En concreto, un 10,9 por ciento en las cooperativas frente al 20,9 por ciento de empleo destruido en el conjunto de las empresas, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) y el Ministerio de Empleo.
Según Comes, "La flexibilidad de nuestro modelo a la hora de ajustar costes y repartir el trabajo con la participación y el consenso de todas las personas que forman parte del proyecto empresarial, adaptándolo a la realidad de cada momento y respondiendo con mayor celeridad a los cambios del entorno, favorece que la destrucción de empleo sea menor".
Lo corrobora la directora de la federación, Paloma Tarazona: "Los socios nos reducimos salarios o nos repartimos horas de trabajo si hay que reducirlas, y esto son decisiones mucho más difíciles de tomar en las empresas mercantiles".
Los sectores de actividad de las nuevas cooperativas creadas en 2012 corresponde a servicios (52,5 por ciento), comercio (20), industria (13,5), construcción (7,5), transporte (5) y sector primario (1,5). Dentro de servicios, destaca la creación de nuevos negocios cooperativos en áreas como cultura, ocio, desarrollo rural y educación.
Respecto a la distribución del total de las cooperativas existentes, se aprecia en 2012 una preponderancia del sector terciario -servicios y comercio- frente al resto. Muchos de los emprendedores contaron con el asesoramiento gratuito de Fevecta, que en 2012 atendió a 1.146 personas interesadas en crear cooperativas.
Cajamar asume el liderazgo
Las cooperativas de crédito valencianas han sufrido en el último año una reestructuración que ha supuesto la absorción por parte de la almeriense Cajamar de la mayor caja rural de la Comunidad y una de las mayores de España, Ruralcaja. Junto a Caixa Popular era el principal soporte de las cooperativas de trabajo asociado.
La desaparición de Ruralcaja como tal encendió algunas alarmas, pero todo indica que Cajamar ha entendido el papel que tenía la entidad absorbida y está a punto de firmar un convenio con Fevecta para mantener la cercanía a las cooperativas. "Hemos procurado que la concentración nos afecte lo menos posible, aunque el cambio a Cajamar nos preocupaba un poco, pero hemos encontrado muy buena receptividad", afirma Tarazona.