La gran mayoría de los farmacéuticos valencianos convocados a un cierre patronal para protestar por el retraso en los pagos de la Generalitat secundaron la protesta este lunes, primer día de paro indefinido.
Los paros continuarán cada día, con servicios mínimos de un tercio de las boticas de manera rotatoria, hasta que el Gobierno de Alberto Fabra salde la deuda de 450 millones de euros que mantiene con el colectivo, correspondiente a media factura de mayo y los cuatro meses siguientes enteros.
La presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Valencia, María Teresa Guardiola, lamentó que del dinero del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) que llevaban semanas esperando les pagaran solo una mensualidad -114 millones- y exigió "un mecanismo especial para las farmacias, como si fuéramos un banco, porque lo que hemos estado haciendo año y medio ha sido financiar los medicamentos de los valencianos".
Guardiola afirmó que "si continúan los impagos, durante este mes puede que 500 farmacias estén en proceso de embargo", ya que los boticarios suscribieron una póliza general con los bancos de 150 millones "y luego cada farmacia ha suscrito al menos dos más y está pagando los intereses".
Los colegios cifraron en un 98 por ciento el seguimiento en Valencia y un punto más en Castellón y Alicante. En total, 1.500 farmacias cerradas. La Consejería de Sanidad no dio cifras y destacó que se habían cumplido los servicios mínimos y no hubo problemas de abastecimiento. Tampoco ofreció una fecha de pago.
