La factoría de Ford en Almussafes (Valencia) fabricó este viernes su último Fiesta, el modelo con el que arrancó hace más de 35 años y del que ha producido más de 5 millones de unidades.
El vehículo de color blanco que salió de la línea de producción a mediodía se parecía muy poco al primer Fiesta, ya que el modelo más vendido en Europa en las últimas décadas ha ido cambiado a lo largo de estos años.
Almussafes ya dejó de producir el Fiesta en 1996, cuando se hizo cargo del Ka, pero lo retomó años después, dado que ese modelo no cumplió las expectativas. A partir de ahora, se fabricará en exclusiva en la planta de Colonia (Alemania), especializada en coches de este tamaño.
Ford ha especializado cada planta en un segmento de vehículos y a Almussafes le ha tocado el C, el escalón superior al del Fiesta, con el C-Max, que ya se está fabricando, y los modelos que están anunciados, la nueva versión del Kuga a finales de este año y la Transit Connect en 2013, los tres en exclusiva para toda Europa.
La renovación de la factoría valenciana ha supuesto la mayor inversión de Ford en toda su historia en Valencia y la mayor inversión industrial realizada en España en las últimas décadas, que asciende a 1.112 millones de euros.
De ellos, 230 millones se destinarán a producir el nuevo Kuga y 582 millones a la Transit Connect. A ellos hay que añadir los 300 millones comprometidos para el periodo 2009-2012, que incluyen la adaptación para producir el C-Max y nuevos motores.
Ford dijo este viernes que cuando produzca los tres modelos, espera que se recupere el mercado para poder reabrir el tercer turno y, por tanto, ampliar su plantilla en Valencia.
