
Air Nostrum volvió a pérdidas en 2011 a pesar del duro recorte de personal y rutas acometido en 2009, debido al agravamiento de la crisis, y no prevé una mejora este año, por lo que ha anunciado un nuevo plan de ajuste con menos rutas, retraso en la compra de aviones, rebaja de horas y salarios al personal -sin despidos- y el probable traslado de su sede social y operativa a Bilbao.
Así lo ha anunciado este viernes en un encuentro con la prensa el consejero delegado de la aerolínea valenciana perteneciente al grupo Nefinsa, Carlos Bertomeu.
Bertomeu ha explicado que los ajustes de 2009 supusieron un ahorro de 34 millones de euros y permitieron a Air Nostrum volver a beneficios en 2010, con 18,3 millones (el año anterior perdió 16,2 millones), pero la tendencia positiva no se mantuvo en 2011.
Las causas fueron el aumento del coste del combustible, que supuso un gasto de 23,2 millones sobre lo presupuestado; la debilidad del euro respecto al dólar, que perjudica a Air Nostrum porque sus ingresos son en euros y el 35 por ciento de sus gastos son en la moneda americana; la caída del ingreso medio por pasajero, como consecuencia "de la sobreoferta y la guerra de precios" en el sector, y el parón en la recuperación de dos mercados claves para la compañía, Francia e Italia, que apuntaban un aumento de la actividad a principios del año pasado.
Como consecuencia de todo ello, Air Nostrum volvió a entrar en pérdidas en 2011, con unos 10 millones de números rojos después de impuestos -cifra no definitiva, ya que acaba de terminar el ejercicio-, y una facturación de 545 millones, un 4,55 por ciento inferior a la presupuestada, aunque superior a los 528 millones de 2011. El número de pasajeros aumentó un 9,4 por ciento, hasta 4,8 millones, pero se mantuvo la caída de los ingresos medios por pasajero, que ha bajado 14,8 por ciento en tres años.
15 aviones en tierra
Bertomeu ha justificado las "nuevas contundentes medidas" porque la compañía no espera para 2012 una mejoría. "Seguirá el enfriamiento de la economía, la guerra de precios, nada indica que el precio del combustible vaya a bajar y sí hay indicios de que el tipo de cambio euro/dólar va a empeorar", ha dicho. A pesar del nuevo ajuste, la empresa no prevé salir de pérdidas en 2012.
Respecto a los aviones y las rutas, Bertomeu ha anunciado que la compañía retrasa la compra de aviones que tenía acordada con Bombardier, de manera que este año solo entrarán seis.
Además, durante los próximos meses eliminará rutas "no rentables" paulatinamente hasta dejar 15 aviones en tierra, de manera que, a partir del verano, volará con 42 aparatos en lugar de los 57 actuales. Esto supondrá un 9,2 por ciento de reducción de la actividad, medida en número de kilómetros y asientos, ya que la capacidad media de los aviones es mayor que en 2011.
Las dos primeras rutas que se han abandonado son la Madrid-Badajoz y Barcelona-Badajoz, y el resto se irán anunciando a medida que se decidan y comuniquen a los aeropuertos afectados.
Como consecuencia de este descenso de la actividad, Air Nostrum reducirá en torno al 10 por ciento sus gastos de personal con un ajuste de la jornada laboral y la consiguiente reducción de sueldos. No habrá despidos, según el consejero delegado de la empresa.
Otra medida de ajuste son el cobro de catering a los pasajeros de clase turista a partir de abril.
Traslado a Bilbao
Por último, Bertomeu ha explicado por qué Air Nostrum está analizando y negociando el traslado de su sede social y operativa a Bilbao. Una decisión que tomará "antes del verano" y que conllevaría el traslado de casi todo su personal al País Vasco. La plantilla actual de Air Nostrum es de 1.801 personas, la mayoría de las cuales viven en la provincia de Valencia.
Según ha dicho, Valencia cumplía todos los requisitos para ser sede de una aerolínea regional, que son tener un aeropuerto sin congestión -el de Barajas no serviría-; tener un número importante de vuelos con Madrid -llegó a tener 15 diarios en cada sentido-, que es desde donde parten la mayoría de las rutas que cubre Air Nostrum, y tener rutas transversales, es decir entre ciudades medias sin pasar por los grandes hub.
Sin embargo, la puesta en marcha del AVE Madrid-Valencia en diciembre de 2010 ha hundido la rentabilidad de los vuelos entre las dos ciudades, ya que aunque Air Nostrum registró un leve aumento de pasajeros en 2011 en esta ruta -el resto de los operadores la abandonaron-, el 65 por ciento eran de conexión, cuando antes eran el 35 por ciento. Los pasajeros de conexión -los que van a Madrid a coger un vuelo internacional- generan muchos menos ingresos que los directos, hasta el punto de que con ese porcentaje "resulta absolutamente penoso" mantener la línea Madrid-Valencia, según Betomeu.
Como los aviones tienen que seguir viajando a Valencia para el mantenimiento y el cambio de tripulación, la compañía se plantea trasladarse a Bilbao, cuyos vuelos con Madrid sí serían rentables por el alto porcentaje de ejecutivos que viajan directamente a la capital.
No obstante, el peso de este argumento a favor del traslado debe sopesarse con los costes que supondría cerrar el hangar de Valencia, en el que Air Nostrum invirtió 30 millones hace 10 años, y trasladar o indemnizar a la plantilla.
La filial de Nefinsa mantiene conversaciones con Aena, los gobiernos valenciano y vasco, la Diputación de Vizcaya e Iberia para tomar una decisión en los próximos meses.