El Gobierno valenciano decidió ayer rescatar la empresa Valmor Sports, que organiza desde 2008 el Gran Premio de Europa de Fórmula 1 en la ciudad de Valencia, comprándola por "una cantidad testimonial" y asumiendo sus deudas de unos 30 millones de euros, 12 millones de ellos con la propia Generalitat. La medida choca con la política de reducción del sector público puesta en marcha por el Ejecutivo de Alberto Fabra y beneficia a los accionistas de Valmor Sports.
Estos accionistas son, al 33 por ciento, Bancaja, Fernando Roig -propietario de Pamesa y del Villarreal CF- y una sociedad del expiloto de motociclismo Jorge Martínez Aspar y el empresario Vicente Cotino, sobrino del presidente de las Cortes Valencianas, Juan Cotino.
Valmor Sports fue creada exprofeso y seleccionada a dedo para organizar el gran premio, tras acordar Francisco Camps y Bernie Ecclestone la disputa de la carrera en Valencia entre 2008 y 2014. Camps prometió entonces -mayo de 2007, en plena campaña electoral- que el evento "no le costará ni un euro a las arcas públicas".
Sin embargo, la Generalitat se hizo cargo de la habilitación del circuito urbano, que ha costado más de 100 millones desde la primera edición. Además, anunció que a partir de entonces se hacía cargo del canon anual de unos 18 millones de euros que percibe Bernie Ecclestone -Montmeló paga 13 millones por su gran premio-, que según el acuerdo inicial corría a cargo de Valmor Sports. La empresa debe 12 millones a la Generalitat, que ya en 2009 la calificó como cliente de dudoso cobro.
Gestión pública del evento
Valmor Sports será absorbida por la empresa pública Circuito del Motor y Promoción Deportiva, que gestiona el circuito de Cheste (Valencia) y ahora organizará el gran premio, "con el objetivo de aprovechar las sinergias y concentrar la gestión de los eventos relacionados con el motor", lo que "supondrá un ahorro de un millón de euros anuales", según la portavoz del Ejecutivo, Lola Johnson.
Los grupos de la oposición criticaron la medida y exigieron explicaciones. Los socialistas afirmaron que "Fabra nacionaliza la Fórmula 1, mientras privatiza colegios y hospitales", en tanto que el grupo Compromís calificó la compra de Valmor Sports de "malversación y tráfico de influencias".