
El empresario Eugenio Calabuig, propietario del grupo Fomento Urbano de Castellón, tiene la llave de la venta de Aguas de Valencia, de la que es presidente, codiciada por varios grupos y participada por el Banco de Valencia, que necesita venderla para reducir su agujero.
Dos de estos grupos, la multinacional Suez y el fondo de capital riesgo Atitlán, han intentado en los últimos meses comprar la participación del banco -un 30 por ciento indirecta-, valorada en unos 90 millones de euros, pero se han encontrado con una cláusula que otorga un derecho de tanteo a Fomento Urbano con un precio limitado, por lo cualquier operación pasa por Calabuig.
Aguas de Valencia, que distribuye el agua de la capital del Turia y numerosos municipios valencianos, está controlada por Fomento Urbano y el Banco de Valencia, que tienen un 60 por ciento del capital a través de una sociedad conjunta, Inversiones Financieras Agval.
Suez, que controla Aguas de Barcelona, tiene un 33 por ciento pero no participa en la gestión ni tiene asiento en el consejo de administración, ya que los socios mayoritarios vetaron su entrada por ser un competidor directo. El resto está en manos de accionistas minoritarios.
El contrato privado otorga a Calabuig un derecho de tanteo que evita que el Banco de Valencia pueda vender a un tercero su mitad de IF Agval. Es lo que ocurrió cuando, según ha podido saber elEconomista, Suez ofreció hace seis meses más de 100 millones por esa participación directamente a Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz del Banco de Valencia. La propuesta no llegó a ser estudiada en el consejo de la entidad valenciana.
Comprar para luego vender
Tampoco llegó a buen término la propuesta de Atitlán, fondo vinculado al presidente de Mercadona, Juan Roig, de hacerse con la mayoría del capital, ya que Calabuig, con el apoyo del entonces consejero delegado del banco, Domingo Parra, hizo valer la cláusula y le dijo que sería Fomento Urbano el que compraría la participación del banco con un préstamo sindicado.
Fuentes financieras confirman que Calabuig ha conseguido el préstamo y que la operación estaba a punto de cerrarse cuando se produjo la intervención de la filial de BFA por parte del Banco de España. Estas fuentes apuntan que el otorgamiento del préstamo responde a la facilidad con que el presidente de Aguas de Valencia podría vender todo o parte de ese 60 por ciento a un precio superior al pagado al banco.
El empresario castellonense ha tenido numerosas ofertas y comprador no le van a faltar, empezando por Atitlán, que también negoció con Suez y que sigue interesado en entrar en Aguas con un ambicioso plan de expansión.
Calabuig ha pedido cita con los administradores del Frob en el Banco de Valencia para conocer si van a vender su parte en IF Agval o van a esperar a que el banco se adjudique, así como para pedir que se cubran las vacantes en el consejo de Aguas de Valencia.