El Reino Unido y España son los países europeos que más dinero pueden reclamar a las compañías aéreas por retrasos. En Europa más de 2 millones de pasajeros tienen derecho a indemnizaciones por un valor superior a los 835 millones de euros cada año.
España es el segundo país europeo, tras el Reino Unido, que más dinero puede reclamar a las compañías aéreas por retrasos, con una cantidad estimada de 190 millones de euros, según las estadísticas recopiladas por refund.me, la compañía internacional especialista en derechos de los pasajeros que ayuda a los viajeros a reclamar sus compensaciones por retrasos, cancelaciones, pérdida de conexiones y overbooking.
En el mes de agosto, el Aeropuerto de Barcelona El Prat ha ocupado el puesto número seis en la lista de los diez aeropuertos internacionales con más cancelaciones, con un total de 126 cancelaciones en vuelos de llegada y salida. Estambul, Frankfurt, Londres Heathrow, Charles de Gaulle en París y Berlín Tegel encabezan el ranking de Europa.
Imagen M.R.
También El Prat se encuentra en el Top 10 de los aeropuertos europeos, ocupando el séptimo puesto, con un total de 6.842 retrasos en vuelos de llegada y salida. Por su parte, Charles de Gaulle, Heathrow y Estambul son los que han sufrido las mayores demoras durante el mes de agosto, según confirman los datos disponibles en Flightstats.com.
En toda Europa, más de 2 millones de pasajeros tienen derecho a reclamar indemnizaciones por valor de más de 835 millones de euros a las compañías aéreas debido a los retrasos y cancelaciones de vuelo.
Todos los vuelos que salen de un aeropuerto de la UE, independientemente de la compañía aérea o de destino, están amparados por la Ley europea CE 261/2004, que garantiza a los pasajeros afectados por interrupciones compensaciones de hasta 600 euros. Del mismo modo, también están cubiertos aquellos que entran en la UE a través de aerolíneas europeas.
A pesar de que existe un marco jurídico claro, las líneas aéreas continúan creando obstáculos y hacen el proceso de la forma más difícil y burocrática posible. A menudo, estas compañías se esconden detrás de una gran variedad de excusas ambiguas para evitar el pago a los pasajeros afectados, entre ellas las condiciones climáticas "graves" y "cuestiones técnicas" no especificadas.