Turismo y Viajes

La llamada de África

¿Quién no ha soñado alguna vez en su vida con encontrarse en el centro de esas grandes explanadas de sabana y toparse con los grandes felinos, jirafas, elefantes y cebras en su propio hábitat?

Esta sensación es la que muchos denominan como "la llamada de África", que se siente inconfundiblemente al poner pie en Tanzania y Kenia y que te envenenará para siempre.

Tengo que reconocer que esa llamada para mí había quedado aletargada ya que mi presupuesto viajero no suele encuadrarse en los de las agencias de que ofrecen safaris y que la opción de hacerlo por libre no parece la habitual cuando se trata de este tipo de viajes. Sin embargo, en mi búsqueda de vuelos "Madrid-Cualquier lugar del mundo" se cruzó un billete económico al que era difícil resistirse y, de pronto, me vi envuelta en la vorágine que todo viajero espera.

Tenía ante mí tres semanas en blanco que, poco a poco, se fueron rellenando de planes en la exótica Zanzíbar, safaris por los conocidos parques nacionales de Tanzania, el gran Maasai Mara en Kenia y la posibilidad de experimentar la cultura suajili a lo largo de la costa keniana.

La isla de Zanzíbar y su Ciudad de Piedra (Stone Town) me regalaron una llegada amable con sol, historia, gastronomía exquisita y un precioso anochecer antes de descansar de cara a lo que los días venideros iban a traer: un gran recorrido en scooter a lo largo y ancho de la isla. La destartalada motocicleta me permitió descubrir las playas de arena blanca y aguas turquesa, platos suajilis especiados con canela y clavo como siempre había imaginado, noches escuchando el mar y paisajes de ese verde que te hace enamorarte una y otra vez de la naturaleza, además de inolvidables anécdotas que sólo ocurren cuando te lanzas por tí mismo a la carretera.

La siguiente parada fue Arusha, la puerta de entrada para los viajeros con ansias de explorar los Parques Nacionales tanzanos o escalar el monumental Kilimanjaro. Los cinco días siguientes quedaron grabados en mi retina: el Parque Nacional Tarangire, la Zona de conservación de Ngorongoro en Tanzania y la Reserva Nacional de Masai Mara en Kenia me trajeron el gran regalo de ver en su área natural a elefantes, leones, jirafas, búfalos... rodeados de esas acacias y baobabs que parece que habías ansiado ver desde hace mucho tiempo.

El tramo final del viaje tenía el objetivo de explorar la singular cultura costera de esta zona del mundo. Mombasa, Watamu, Malindi y el archipiélago de Lamu pusieron la guinda a este gran viaje permitiéndome sentir en primera persona esta mezcla tan especial entre África, India, Arabia y Europa, y disfrutar de las preciosas playas y aguas del océano Índico.

Una vez de vuelta, no puedo dejar de pensar en que este primer contacto con África ha sido exactamente todo lo que había esperado y mucho más. El continente africano es quizás el único que te hace sentir a la vez grande y pequeño: una naturaleza abrumadora en la que te sientes una pequeña partícula pero que a la vez te provoca una sensación de grandiosidad, la eterna sensación de haber vuelto a los orígenes y que irremediablemente te cambiará para siempre.

Bio:
Claudia Rodríguez es una experta viajera que acaba de volver de su primera aventura africana, además de una amante incondicional de los viajes independientes, a través de los cuales ha visitado ya más de 40 países en casi todos los continentes. Se podría decir que la especialidad de Claudia es Asia, gracias sobre todo a haber vivido un año en Filipinas, país donde ha dejado parte de su corazón, esperando poder volver algún día. Actualmente vive y trabaja en Madrid, pero invierte todo su tiempo libre en viajar, la fotografía, además de investigar, planificar y soñar sobre nuevas aventuras.

Puedes seguirla en su blog: www.blogsicex.com/mabuhayfilipinas

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