El business travel (BT) se mantiene como el motor del mercado de viajes en 2013 después de haber cerrado el primer cuatrimestre con un crecimiento del 1%, según los datos del Observatorio Sectorial elaborado por el grupo de agencias de viajes corporativos GEBTA España.
Este ligero incremento apunta a una reactivación del viaje corporativo después del estancamiento sufrido en 2012, año que terminó con un "crecimiento plano" del 0,1% y un volumen de negocio de 3.250 millones de euros. Eduardo Urcelay, presidente de GEBTA España y director general de Viajes Eroski, ha resaltado en la presentación del Observatorio Sectorial el dinamismo que está demostrando el BT versus el segmento del viaje vacacional, que cae un 8% en el primer cuatrimestre, "sumando decrecimiento sobre decrecimiento".
Eduardo Urcelay y Marcel Forns, presidente y director general de GEBTA España, respectivamente.
El BT supone ya el 34% del mercado total de viajes en España -dos puntos porcentuales más que en 2011-, aunque como matiza Urcelay su avance obedece, sobre todo, al retroceso del segmento vacacional.
Impulso exportador
El germen de la reactivación del viaje corporativo hasta el mes de abril está en los viajes de largo radio, en línea con la tendencia que ya se apuntó en 2012 y con el incremento en las exportaciones españolas. GEBTA señala que los viajes de larga distancia, que aumentaron un 8,6% el pasado año, aceleran su crecimiento en el primer cuatrimestre de 2013 para crecer un 18,2%.
El tráfico internacional en los 25 principales aeropuertos del mundo corrobora la tendencia y, si bien París y Londres lideran el ranking, se aprecia como destinos lejanos van escalando posiciones. Es el caso de México, que sube al puesto 12º, de Nueva York, que se coloca en el 14º, o de Buenos Aires, que salta hasta el 23º.
También los viajes a destinos europeos remontan en 2013, con un alza del 1,5% entre enero y abril frente a la caída del 1,4% en el conjunto de 2012. Como tendencia clara, GEBTA destaca que hay un doble trasvase, en un primer momento hacia los viajes europeos -que representan el 35% del billetaje aéreo del BT- y, en un segundo movimiento, hacia la larga distancia.
En definitiva, las empresas están saliendo fuera a buscar el negocio que no encuentran en el mercado interior y ejerciendo de palanca al sector exportador. Las cifras del mercado nacional también lo ponen de relieve: el negocio doméstico del BT cedió un 10,5% el pasado año y se mantiene a la baja en el primer cuatrimestre de 2013, aunque con una caída más atenuada, del 5,95%.
Frenos al sector
El BT repunta a pesar de las trabas. El presidente de GEBTA recalca que "el BT es un sector estable pero sensible" a la coyuntura y advierte del impacto negativo de la subida de las tasas aéreas aplicada por el Gobierno desde julio de 2012 y del que tendrán los nuevos incrementos aprobados en 2013 y para los próximos cinco años por Fomento.
El BT se rebela contra un incremento de las tasas aéreas que GEBTA España considera poco congruente con la decisión contraria en el caso del AVE, que ha moderado sus tarifas, o de los puertos, ámbito donde la ministra de Fomento acaba de anunciar que bajará las tasas para favorecer la actividad comercial. "No entendemos esa discriminación hacia el sector aéreo en la subida de las tasas", asegura Urcelay. En su opinión, estas contradicciones inducen a creer que "no hay una política consistente"
El precio de los billetes aéreos se incrementó un 3,2% entre septiembre y diciembre de 2012, una vez que las compañías aéreas pudieron repercutir la subida de las tasas a las tarifas. GEBTA calcula que este incremento de las tasas se traduce en más de 700 euros de sobrecoste para el viajero de negocios típico, aquel que realiza 20 viajes al año. "El sobrecoste es el equivalente a dos viajes, que tendría que reducir si no es posible subir el presupuesto de viajes de la empresa", señala Urcelay.
Las huelgas son el otro factor exógeno cuyo impacto negativo es denunciado por GEBTA, que estima la cancelación de 25.000 viajes de negocios en 2012 por su causa. En términos económicos serían 45 millones de euros menos invertidos en viajes corporativos.