Telecomunicaciones y tecnología

Telefónica ya puede ofrecer los cien megas de forma inmediata

Telefónica ya puede vender sus ofertas de cien megas en el momento que quiera. Se acabaron las incertidumbres. El operador histórico se encuentra en plenas condiciones para empezar a rentabilizar su red de fibra óptica de forma inmediata -si ése fuera su gusto-, y sin temor a incurrir en problemas normativos o de competencia.

Ese nuevo escenario ya es posible gracias a la resolución que ayer aprobó el consejo de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT).

Mercado libre

El regulador considera que las conexiones superiores a 30 megas pertenecen a un mercado liberalizado, en el que Telefónica puede actuar sin la supervisión del organismo que preside Reinaldo Rodríguez. La cosa cambia radicalmente en las conexiones de hasta 30 megas, en las que Telefónica tiene que someterse al dictado del regulador y ofrecer acceso mayorista a sus competidores.

Telefónica esperaba comercializar sus primeros servicios de 100 megas a través de fibra óptica el pasado diciembre, pero los planes se paralizaron ante la controversia normativa que el asunto suscitó tanto en España como en Bruselas. Una vez despejado el panorama, Telefónica meditará las características de una oferta comercial que tendrá un carácter muy reducido. Antes de apostar por los 100 megas, Telefónica echará el resto en los servicios de 30 megas, que actualmente comercializa bajo la denominación Trío Futura.

Momento histórico

La regulación sobre la fibra óptica representa un hito en la historia reciente de las telecomunicaciones españolas. Para llegar a este momento, la CMT ha realizado consultas con todos las compañías afectadas por la normativa. También ha mantenido un pulso de competencias con Bruselas, ya que las tesis de la Comisión Europea discrepaban con las del regulador español.

El principal motor de la fibra óptica hasta el hogar, conocido por sus siglas FTTH, será la televisión de alta definición. Hasta el momento, la demanda de este tipo de servicios es muy reducida, pero las compañías de telecomunicaciones prevén el despegue de este mercado en los próximos años.

A partir de ahora, los operadores alternativos a Telefónica se verán obligados a replantearse su estrategia respecto a la fibra óptica en España. Una vez que queda claro que el operador histórico no está obligado a compartir sus redes de mayor velocidad, quedan por dilucidar las futuras actuaciones en este negocio de compañías como Vodafone, Orange y Jazztel, entre otras. A grandes rasgos, la cuestión se reduce a una cuestión invertir o no en la propia red de fibra.

Al margen de la liberalización del mercado de más de 30 megas, Telefónica tiene que cumplir una serie de obligaciones respecto a la gestión de los nodos remotos o muxfines. Estas infraestructuras se emplean para el desarrollo de la tecnología VDSL, con accesos híbridos de fibra y cobre. Telefónica tampoco podrá modificar la estructura de su red de cobre sin autorización del regulador y sin comunicarlo previamente a sus competidores.

Como ya estaba previsto desde hace meses, Telefónica tendrá que proporcionar acceso a sus infraestructuras de obra civil con precios orientados a costes. Se trata de facilitar el acceso a las canalizaciones y conductos por donde se desplegará la fibra.

También quedó consensuado hace meses la obligación de todos los operadores a compartir las redes de nueva generación tendidas en el interior de las edificaciones. De esta forma, el primero que llegue a un inmueble con su fibra tendrá que abrirla al resto de los competidores que pretendan ofrecer sus servicios en el mismo edificio.

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