
Telefónica ha confirmado hoy su decisión de mejorar la propuesta de compra lanzada a Portugal Telecom. De esta forma, la teleco ha dado un salto de gigante en su empeño por adquirir Vivo: incrementa su oferta en 800 millones hasta los 6.500 millones de euros. Con esa cantidad en el bolsillo, PT convocará una junta para reconsiderar la oferta del grupo español.
El nuevo movimiento de Telefónica se produce un día antes de la Junta de Accionistas de la compañía, que mañana se celebra en el Pabellón de la Cristal de la Casa de Campo de Madrid a partir de las 13:00 horas.
En su encuentro anual con los dueños del grupo, César Alierta, presidente de la multinacional, propondrá la aprobación de las cuentas de 2009 así como el reparto de un dividendo de 0,65 euros con cargo a Reservas de Libre Disposición, una cantidad que complementará el primer pago del dividendo del año pasado, para así alcanzar los 1,15 euros.
Cumple con el plazo 'in extremis'
Desde el pasado 6 de mayo, fecha en la que Telefónica lanzó su primera ofensiva por Vivo, el tiempo ha corrido en contra del grupo español. De hecho, el próximo domingo concluía el plazo inicial para la oferta lanzada a PT para comprar el 50% de Brasilcel, por un importe de 5.700 millones de euros.
El grupo español calificó dicho precio como una "oferta total, justa y final". Entre otros detalles, dicha cantidad suponía una prima del 145% sobre los precios de Vivo de la primera semana de mayo.
La puja por Vivo resulta apabullante para PT, ya que equivale al 78% del valor medio de la capitalización bursátil de la lusa. Es decir, por un esfuerzo sensiblemente mayor, Telefónica podría haber dirigido su artillería hacia el operador vecino para pretender matar dos pájaros de un tiro: PT y Vivo.
Sinergias de 2.800 millones
Fuentes de Telefónica estimaron, durante la presentación de los resultados del primer trimestre del año, que la integración de las operaciones de móviles de Vivo con Telesp, de telefonía fija, generaría sinergias de 2.800 millones. En esa hipotética operación, la aportación de Telesp sería del 54% sobre el ebidta de 2009, mientras que Vivo contribuiría con el 46% restante.
Como es costumbre en cualquier proceso de negociación, la primera oferta nunca suele ser la definitiva. Con esa teoría, el consejo de Administración de PT rechazó de forma fulminante los 5.700 millones en efectivo que Telefónica llevaba en la mano. Seguro que sospechaban que, con un poco de templanza, el precio siempre podría incrementarse en cuestión de semanas.
El banco de inversiones californiano Brandes, propietario del 8 por ciento de PT y segundo mayor accionista de la portuguesa, apuntó que la oferta de Telefónica de 2.700 millones de euros por el 60 por ciento de Brasilcel "no reflejaba el valor estratégico de Vivo". Por su parte, analistas del banco Natixis también han apuntado estos días que el consejo de Administración de PT "tendría serias dificultades para rechazar otra oferta más generosa para los accionistas".
Las tres opciones
Telefónica tenía hasta ayer tres posibles actuaciones: esperar a que los accionistas de Portugal Telecom forzaran la convocatoria de una junta de accionistas y reconsideraran la oferta de un proceso de negociación con la española; que Telefónica lanzara un ataque directo contra Portugal Telecom, a través de una opa, con los problemas que una oferta hostil representa en un país vecino; o que el grupo español decidiera incrementar el precio para convencer a los accionistas más remisos.
Durante los últimos días, Telefónica ha explicado a los accionistas de PT las ventajas de la oferta de la española, tanto para el grupo luso como para sus inversores.
Al mismo tiempo, fuentes de Telefónica denunciaron la escasa participación que en todo el proceso han tenido los accionistas, en contra de lo que promulgan las reglas internacionales de Gobierno Corporativo.