Samsung está viviendo una etapa convulsa tras el terremoto con epicentro en Apple. El lanzamiento del iPhone 6 y del iPhone 6 Plus ha arrastrado a Samsung a un claro descenso en las ventas de su teléfono estrella Galaxy S5. En concreto, las ventas han caído un 20% y se han estancado, y los beneficios también han caído en un 49%, según los datos publicados por Business Insider.
La clave para entender estas nuevas cifras está en el tamaño de la pantalla de los terminales. Mientras que Apple había apostado por no ampliar la magnitud de pantalla de su iPhone, guiado por la creencia de Steve Jobs de que los usuarios no admitirían un dispositivo que impidiera ser manejado solo con una mano, Samsung apostó por diferenciarse creando teléfonos de pantalla gigante, como Galaxy S5 y los Galaxy Note 3 y 4. El cálculo de Jobs no pudo resultar más erróneo.
Estos terminales, especialmente S5, entraron en competencia directa con los iPhone, dando a Samsung excelentes resultados. Hasta la irrupción del primer iPhone que se ha lanzado a conquistar a los usuarios adictos a las pantallas grandes. La guerra entre ambos teléfonos se está resolviendo con holgura en las ventas en favor de Apple, y a Samsung le toca reconducir su estrategia para levantar el desplome en sus cifras.
La liga de los precios bajos
Así, la compañía surcoreana ha optado por competir desde otra liga: el precio. Los nuevos teléfonos que ha presentado, el Galaxy A3 y el A5, llaman la atención por su cuerpo metálico y enorme parecido en diseño al iPhone, pero probablemente se venderán a un precio mucho menor, que será el reclamo para lograr el soñado aumento de ventas.
Sin embargo, Apple no es el único problema al que se enfrenta Samsung. Fabricar terminales de diseño impecable y a bajo precio no es una idea exclusiva de los surcoreanos: la compañía china Xiaomi está triunfando en el mercado asiático con celulares que ofrecen grandes resultados a precios diferenciados, y sin que esto repercuta en la calidad del diseño.
La escalada de Xiaomi podría llevar a Samsung a verse atrapado en el medio de un sándwich telefónico, entre la compañía americana y la citada china, sin posibilidad de encontrar una bolsa de aire en la que su negocio de terminales respire. Mientras Samsung pugnaba con Apple en el mercado de los terminales de alto precio, Xiaomi ha ocupado el espacio de los consumidores que demandaban teléfonos a precios razonables. Ahora, la surcoreana abandona la 'liga de las estrellas' y tratará de recuperar la otra punta del mercado, con nuevos competidores que ya le llevan ventaja, puntualiza Business Insider.
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