Tecnología

Gran Hermano en Chicago: seguirá a sus habitantes a través de la conexión móvil

  • Todos los datos recogidos se harán públicos a través de Internet
Aspecto de uno de los sensores que se instalarán en Chicago. SAIC.

Chicago tiene actualmente una densa red de videocámaras de gran alcance que le permiten controlar casi todo lo que ocurre en sus calles, sin embargo ahora la ciudad irá un paso más allá para tener el control.

En los postes de las farolas de la ciudad se van a comenzar a instalar unos dispositivos que se encargarán de recoger y monitorear en la vía pública datos relativos al tiempo atmosférico, los decibelios así como las señales inalámbricas de los dispositivos móviles de sus ciudadanos.

Según explica el Chicago Tribune, la monitorización de los terminales móviles en base a las conexiónes WiFi y señales de detección de Bluetooth se llevarán a cabo para determinar cuántas personas se encuentran dentro de un área determinada.

Esta última monitorización ha levantado un gran debate en la 'Ciudad del viento' ya que grupos defensores de la privacidad argumentan que es posible que el muestreo de los terminales móviles pueda ir mucho más allá que simplemente para establecer el número de personas en un espacio. Argumento que el departamento de información y tecnología de la Chicago no comparte, ya que especifican al diario que la "analítica urbana" se limita a "los datos no personales"

"Hemos sido muy sensible a la seguridad y la privacidad de los datos de los residentes", dijo la comisaria responsable del departamento de información y tecnología de Chicago, Brenna Berman, aunque la ciudad tendrá la última palabra sobre qué tipo de datos de carácter personal serán recopilados por el sistema, "porque están instalados en la propiedad de la ciudad", dijo Berman.

Los datos serán públicos

Este proyecto cuenta con la particularidad de que la ciudad de Chicago no se reservará los datos que obtenga de los sensores instalados por sus calles sino que serán publicados en Internet con la idea de que los desarrolladores e investigadores puedan aprovecharlos.

Se espera que antes de que acabe el año se instalen en 50 localizaciones estos nuevos sensores, aunque se prevé que lleguen hasta los 400 en los próximos años.

Por su parte, el medio especializado The Verge recuerda que el único precedente parecido que se recuerda estuvo en la ciudad de Londres, cuyo sistema de monitorización se ubicó en las papeleras, y que finalmente fue prohibido y retirado para salvaguardar la privacidad de los londinenses.

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