
Francisco Román, presidente de Vodafone España, ha pedido una regulación que favorezca la compartición de inversiones en fibra óptica al asegurar que el plazo de amortización de este tipo de infraestructuras alcanza los 11 años. En su intervención en el XXVI Encuentro de las Telecomunicaciones de Ametic en la UIMP de Santander, el directivo ha reclamado el acceso a la red fija de alta velocidad de Telefónica y la supresión del límite de 30 megabits por segundo para que los operadores alternativos puedan competir. En este sentido, Román ha propuesto la fijación de ?precios mayoristas que permitan ofertas replicables, con márgenes suficientes, sin que exista discriminación para la prestación de servicios?. "Parece que eso está desfasado y nos impide competir desde el principio, porque difícilmente habrá sitio para más de dos redes a nivel nacional (fibra óptica y cable)", recalcó
El directivo de Vodafone también ha clamado contra la presión fiscal que sufre la compañía en España, al indicar que el operador afronta una cargas tributarias seis veces mayores que las que reciben las filiales de Vodafone en Alemania, Reino Unido o Italia. Por ese motivo, Román pide a los reguladores unas tasas similares a las europeas, más moderadas, equilibradas y justas que las actuales. "Por favor, no nos graven más", suplicó.
En el mismo foro, el presidente de Vodafone se mostró partidario de acabar con la declaración conjunta del mercado mayorista móvil ya que, en su opinión, se trata de un mercado mayorista competitivo que no debe ser regulado. "No hay base legal ni económica para mantener las obligaciones impuestas a los tres grandes (Movistar, Vodafone y Orange", dijo.
Román ha calificado a la administración pública de "perezosa" al mostrarse renuente a aprovechar las ventajas de la liberalización de las telecomunicaciones. Así, según datos de la CMT, "la cuota de mercado del negocio móvil del operador incumbente (Telefónica) en la Administración Pública es del 70%, frente al 30% del resto de los operadores". Por el contrario, en el mercado móvil de particulares, el mismo reparto favorece a los alternativos, con un 60% de cuota, mientras que en el segmento de empresas la distribución es de lo más equilibrado. Por todo lo anterior, Román considera que las administraciones "deben tener la obligación moral" de aprovechar las ofertas de los operadores alternativos.
En su ponencia, Román ha reconocido que el sector vive tiempos difíciles al recordar que la industria de la telefonía móvil ha perdido más de 3.682 millones en los últimos tres años. Pese a ello, Vodafone España ha invertido más de 500 millones de euros para modernizar su red, lo que ha permitido ofrecer ventajas reales a los clientes