
Apple ya nos tiene acostumbrados a cosas como las que estos días animan las tertulias tecnológicas. Como es tradicional, cada lanzamiento comercial de la compañía de Cupertino cuenta con la promoción gratuita y entusiasta de cientos de entendidos en la materia.
El divertimento consiste en aventurar las posibles bondades que en unos días disfrutarán millones de personas en cuanto puedan ir a la tienda para adquirir el nuevo iPhone 5. Ante semejante fenómeno, no queda más remedio que hacerse eco de la rumorología que pulula por Internet para convertirla en algo noticioso.
Sea como sea el futuro móvil, hay que reconocer que la compañía fundada por Steve Jobs sabe El día que eso no suceda debería ser preocupante gestionar los tiempos de cada estreno para asistir complaciente a todo tipo de especulaciones.para la multinacional. De esa forma, el runrún previo a cada anuncio contribuye de forma impagable a generar una expectación que para sí quisieran otros fabricantes que gastan millonadas para quedarse casi siempre a la zaga.
El sentido común resulta especialmente útil para discernir lo probable de lo imposible. Pero entre ambos extremos existe un amplio margen para convertir el nuevo iPhone en poco menos que en un coctelera con todo tipo de novedades y tecnologías.
En Apple tienen la lección muy bien aprendida para que nadie suelte prenda. Las cláusulas de confidencialidad deben asustar y ningún empleado se juega el puesto por desvelar pistas. Lo mismo sucede con la industria auxiliar y proveedores. Entre las empresas que trabajan para Apple destaca la china Foxconn Electronics, que produce y ensambla los iPhone e iPad, además de Largan (fabricante de lentes fotográficas), TPK Holding (responsable de la pantalla táctil), G-Tech Optoelectrónica (proveedor de cristal) Simplo y Dynapack (fabricantes de baterías). Hay una regla no escrita por la que quien rompa el pacto de silencio puede estar segura de que se quedará sin contratos.
La gestión de las especulaciones
Los responsables de comunicación de Apple están sobradamente curtidos y preparados para no salirse del guión y, al mismo tiempo, exhibiendo tolerancia para que cada cual imagine libremente lo que quiera. Parece fácil esa tarea, pero eso tiene su mérito.
El primero de los rumores gira en torno a la fecha de la presentación de Apple, algo que la prensa estadounidense se ha atrevido a fijar en el calendario: el próximo 4 de octubre. El blog tecnológico del Wall Street Journal apuntó ese día con algo más que indicios. Entre otras cosas, la prensa tecnológica debe ser convocada con cierta antelación, por lo que ese misterio se resolverá en los próximos días. Lo siguiente será anticipar la fecha en la que los móviles llegarán a los comercios, algo que podría producirse a mediados de octubre, en línea con otros acontecimientos similares.
Donde no parece que existan dudas es en el nombre del maestro de ceremonias, que será Tim Cook, consejero delegado de la compañía desde que el pasado 25 de agosto anunciara su renuncia Steve Jobs. En cualquier caso, sería una sorpresa fantástica que el fundador de la compañía hiciera acto de presencia.
Los aficionados a las conjeturas pueden dar rienda suelta a sus apuestas con el tamaño del móvil, que podría ser ligeramente más largo, más estrecho y con un grosor levemente mayor que sus antecesores. Los presuntos diseños de fundas que circulan por varios países del mundo ofrecen pistas relativamente fiables.
El nuevo gadget será fiel a la tradición de la marca, por lo que no se deberían esperar cambios de conducta en cuanto a la imposibilidad de navegación flash y la existencia de un único botón físico para todo. Su software propietario es un producto de masas, por lo que nada les hará cambiar de idea a los magos de la manzana. Por lo demás es fácil anticipar que el iPhone 5 incorporará las últimas mejoras tecnológicas, para así seguir marcando la pauta del mercado.
Los inversores llevan varias semanas comprando con los rumores, lo que ha propulsado a Apple como la firma con mayor valor en bolsa, con 372.523 millones de dólares. Eso también ha provocado una nueva especulación: ¿Cotizará Apple en el Dow Jones Industrial? Apuesten por el sí.