
La Comisión Europea ha lanzado este martes una investigación, en la que participarán los reguladores de telecomunicaciones de todos los Estados miembros, para verificar si los operadores bloquean o reducen indebidamente la velocidad de servicios de llamadas por Internet como Skype.
El Ejecutivo comunitario quiere examinar también si la velocidad de las conexiones que ofrecen los proveedores se corresponde con lo contratado y si existen obstáculos para que los usuarios cambien rápidamente de compañía.
El objetivo de esta investigación es "garantizar que los ciudadanos y las empresas de la UE puedan disfrutar los beneficios de un Internet abierto y neutral, sin restricciones ocultas y a la velocidad prometida por los proveedores", según ha explicado la vicepresidenta de la Comisión y responsable de Telecomunicaciones, Neelie Kroes.
A finales de año, la Comisión hará pública una lista con los nombres de los operadores que realizan estas "prácticas dudosas".
"Examinaré en particular los casos de bloqueo o reducción de velocidad no anunciada de ciertos tipos de tráfico y también los casos de publicidad engañosa sobre la velocidad de la banda ancha", ha anunciado Kroes en rueda de prensa.
"Si no quedo satisfecha, no dudaré en proponer medidas más estrictas, que pueden adoptar la forma de directrices o incluso de legislación. Si esto resulta insuficiente, estoy dispuesta a prohibir el bloqueo de servicios o aplicaciones legales", ha advertido la responsable de telecomunicaciones.
"No está bien reducir la velocidad de Skype o servicios similares. Es contrario a la competencia. No está bien estafar a los consumidores con la velocidad de Internet", ha insistido Kroes.
Las nuevas reglas de la UE en materia de telecomunicaciones, que entrarán en vigor el 25 de mayo, obligan a los operadores a informar a los clientes, antes de firmar el contrato, sobre sus técnicas de gestión de tráfico, posibles restricciones de acceso a servicios particulares y velocidad de Internet.
De acuerdo con la consulta pública realizada por Bruselas sobre neutralidad de la red, la mayoría de los usuarios acepta que la gestión del tráfico es necesaria para garantizar un buen funcionamiento de la red, en particular cuando hay congestión, y una buena calidad del servicio. "Existe un amplio consenso sobre que debe permitirse a los operadores determinar sus propios modelos de negocios", señala la Comisión.