
El estudio de los usuarios por parte de la red social Facebook ha alcanzado un límite moralmente discutible. Su publicidad personalizada, que se adapta a los intereses de cada individuo, ha dejado al descubierto los problemas de este tipo de prácticas.
El caso lo ha destapado el consultor austriaco Daniel Kapp, un enfermo de cáncer de próstata usuario de la red social creada por Mark Zuckerberg.
El paciente, de 46 años, buscó información relacionada con su dolencia en la red. Facebook, como de costumbre, recopila estos datos para individualizar los anuncios que muestra, con el fin de hacerlos lo más eficaces posible.
Pero en este caso, la red social pecó de falta de tacto y ante la grave enfermedad de Kapp le mostró publicidad sobre empresas funerarias.
En declararaciones concedidas al 'Daily Mail', el afectado comentó el incidente como algo "de mal gusto, escandaloso, de una insensibilidad total". "Me quedé de piedra al ver lo que había en la pantalla", aseguró, lamentando que "cada vez que intento suprimir los anuncios vuelven a aparecer".