El primer ministro español, Mariano Rajoy, y su partido están inmersos en otro escándalo más sobre un fondo ilícito que se remonta a 1990. Aunque Rajoy se ha presentado como ?limpio?, el liderazgo viciado podría superar al escándalo hasta las elecciones a finales de 2015, modificando poco nuestro pronóstico para España: recesión continuada y esfuerzos para recuperar la competitividad mediante austeridad y deflación salarial, tras una crisis financiera y el estallido del mercado inmobiliario. El riesgo real (y grave) es que cualquiera que sea el desenlace político, la distracción y consiguiente pérdida de popularidad debilita los esfuerzos de reforma, cuesta en confianza de los mercados y exige la activación del fondo MEDE y el programa de compra de bonos de operaciones monetarias simples. Aunque los préstamos del sector oficial ofrecerían una solución a corto plazo y un empuje para el mercado, podrían conducir en último término a una reestructuración de los bonos y un acuerdo de implicación del sector privado, a falta de sostenibilidad de la deuda y reformas.
Por David Nowakowski.