La comparecencia de Merkel y Rajoy, que vino precedida del encuentro entre empresarios alemanes y españoles el día anterior en Moncloa, no sólo ha dado para asuntos económicos y financieros, sino que además ha dejado una curiosa anécdota. Durante su discurso de ayer, la canciller alemana se confundió y dijo, literalmente, "he invitado al Gobierno español..." para a continuación rectificar rápidamente y seguir en los términos "perdón, soy yo la que está en España". Cabe pensar, a raíz de estas palabras, que Merkel se siente dueña de la situación incluso cuando no pisa suelo germano.