Bolsa, mercados y cotizaciones

Twist Again, el golpe maestro político de Bernanke

  • El presidente de la Fed consigue no dejar contento a nadie
El presidente de la Fed, Ben Bernanke. Foto: Archivo

A pesar del hundimiento de las bolsas, Ben Bernanke, bajo el fuego tanto de los demócratas como de los republicanos, logró un golpe maestro ayer que lo pone a la altura de Obama y de muy pocos políticos más en la Historia moderna, al ejecutar un plan que no contenta a nadie, según David Callaway, el director de MarketWatch.

La decisión de la Fed de twist la curva de tipos para mantener los intereses bajos decepcionó a los mercados porque no la consideran un estímulo suficiente para estimular la economía. Irritó a los republicanos que habían demandado que no hiciera nada para ayudar a la economía. Y probablemente enfurecerá a los demócratas que tratan de controlar el banco central.

En resumen, la Fed simplemente se ha gastado una de sus últimas preciosas balas de plata para luchar contra la calamidad financiera global y ha sido recompensada con un desplome masivo de las bolsas y las materias primas, un rally de los bonos que ha enviado la rentabilidad del activo a 10 años a mínimos históricos, y una huida hacia el maltratado dólar por parte de los inversores que buscaban desesperadamente un refugio.

Escaso margen de maniobra

En realidad, Bernanke tenía muy pocas opciones. De ellas, su mejor elección habría sido mantenerse quieto y dejar que los europeos se estampen antes de comprometer a la Fed en más riesgo financiero, según Callaway. Pero los mercados estaban clamando por una señal, cualquier señal, de que el banco central acudiría al rescate por tercera vez en esta crisis financiera. En cuanto tuvieron esa señal, se lanzaron en contra de la Fed.

Ninguna de estas decisiones complacerá a los republicanos, que creen que Bernanke y la Fed han sido embaucados por Obama y están gastando los recursos de América hasta la inconsciencia. Ni tampoco a los demócratas, que sostienen que la independencia de la Fed se interpone en el camino de las políticas económicas vitales en la actualidad porque no está gastando lo suficiente. Y quieren que los políticos nombren a todos los miembros del Comité de Mercado Abierto.

Por tanto, Bernanke estaba andando por el alambre ayer, ya que debía evitar las interferencias políticas y subrayar la independencia de la Fed, al mismo tiempo que proporcionaba la ayuda necesaria a la economía global.

Es posible que no le quede mucho por hacer a la Fed más que acciones coordinadas con otros bancos centrales, como el de la semana pasada. Es posible que los mercados tengan que seguir cayendo para descontar el dolor que un impago de Grecia infligirá al sector financiero.

Condena universal

Pero Bernanke ha logrado una inusual condena universal, con la única excepción de los bajistas. Incluso Alan Greenspan tenía (y todavía tiene) sus seguidores.

El movimiento de comprar bonos a largo plazo y vender bonos a corto para hacer bajar las rentabilidades fue probado hace 50 años, en 1961, aunque a menor escala. No es probable que tenga un gran efecto. La clave está en lo que ocurra en Europa en las próximas semanas y hasta entonces los mercados serán rehenes de los titulares.

En las últimas semanas, algunos de los pesos pesados de la escena financiera mundial han advertido de que estamos acercándonos a un punto de inflexión. George Soros, Roger Altman y Larry Summers entre otros. Con los líderes financieros mundiales reunidos en Washington este fin de semana para la conferencia del FMI, quizá hay otra oportunidad para imponer una solución. "El Twist again de Ben y la Fed, tristemente, no son esa solución", concluye Callaway.

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