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Aunque los disturbios en Oriente Medio y la consiguiente subida del crudo por encima de 100 dólares es la excusa perfecta para la caída de las bolsas esta semana, el verdadero catalizador pueden ser las simples matemáticas.
Es lo que ocurre cuando un mercado que carece de fundamentales se mueve sólo por el momentum y la mentalidad gregaria.
El miércoles de la semana pasada, el S&P 500 duplicaba su mínimo de 2009, de 666,79 puntos. La subida del 100% hasta 1.333 fue anunciada a bombo y platillo como un hito histórico, y el índice incluso siguió subiendo hasta 1.344 dos días después, en un ejemplo claro de cómo el mercado se retroalimenta a sí mismo.
Pero, como ya alertó Bolságora hace unos días, en las dos únicas ocasiones en que el mercado había subido tanto en un período tan corto, 1934 y 1937, luego llegó una importante corrección. Algunos gurús, como Jeff Saut, estratega de Raymond James, recomendaron tomar beneficios, aunque este experto no se volvió totalmente bajista porque confía en los fundamentales a largo plazo.
En un tono más sofisticado, Société Générale alertó a comienzos de esta semana de que el S&P 500 se había movido dos desviaciones estándar por encima de su rentabilidad media en cualquier período histórico de seis meses. La subida del 26% desde septiembre había producido esa irregularidad estadística que siempre ha anunciado correcciones desde 1975.
"Todo el mundo se mueve en la misma dirección. El mercado actual está dominado por los mismos traders en los mismos cinco bancos de inversión que fueron a las mismas escuelas de negocios que les enseñaron los mismos programas de trading cuantitativo", asegura Reggie Middleton, autor del BoomBustBlog, para justificar esta mentalidad gregaria.
¿Hasta dónde llegará la caída?
El flujo de fondos minoristas lleva tiempo estancado, el volumen de negocio sigue anémico y el trading automatizado supone tres cuartas partes de la operativa. Estos factores hacen que los traders presten más atención al análisis técnico que a los fundamentales, señala John Melloy en CNBC.com.
La cuestión ahora es hasta dónde va a llegar la caída. Si se cumplen los precedentes y tenemos una corrección oficial (un 10% de caída) desde el máximo de 1.344, el S&P debería bajar hasta 1.209. No obstante, algunos traders piensan que el rebaño entrará antes de llegar tan abajo, tal vez con una caída de sólo el 5%.
El siguiente soporte técnico aparece en 1.275, el mínimo de 2011 marcado a finales de enero. Ese nivel puede disparar las órdenes automáticas de compra. No todo el mundo cree en el análisis técnico, "pero en este mercados, ¿por qué no vas a seguirlo si el resto del mundo sí lo hace?", se pregunta Guy Adami, de Drakon Capital.